Crimson [Alexis VanVollehoven]

Alexis escuchó la voz de alguien más, le había hecho dar un respingo, pues había creído estar solo en aquel lugar. Se giró buscando a la persona a la que pertenecía y tardó un momento en notar la figura de un hombre no tan cerca de él. Estaba a una cierta distancia y al verle al parecer algo molesto, decidió no acercarse si no era necesario.

Por otro lado, parecía que no sería fácil librarse de ser notado. Aún así no hizo ningún movimiento, como si de verdad la situación fuese ajena a él, bueno, y es que hasta donde él sabía, lo era.

Y si él estaba ahi ahora, era solo un pasatiempo, solía ir por ahí sin rumbo para distraerse o perder el tiempo, literalmente. No era un hobby ni nada, a veces salía y veía si había alguna situación que pudiese resultar provechosa para él. Lamentablemente ese día nada lo había sido. Se masajeó el cuello ignorando por completo al sujeto que acababa de ver, era mejor así.

Arqueó una ceja al escuchar la voz dirigiéndose a él. Había esperado que tal vez pasase de largo. Ahora que no estaba tan de buenas como para soportar a alguien más, pero no era tonto tampoco. Se levantó y le miró de pies a cabeza -¿Se te ofrece algo? - Y a pesar de intentar que no saliese con un tono demasiado 'poco amable', no le resultó tan bien.

-Parece que no te soportas a tí mismo... -Dijo moviendo una mano al ver la expresión en el rostro de aquel hombre. Suspiró -No me veas con esa expresión en el rostro, no te he hecho nada... -Le molestaba que le vise como si de verdad tuviese algo que decirle, claramente no había nada.

Le vio con cierta incredulidad cuando le tomó de las ropas, pero no demostró ninguna clase de miedo. No es como si fuese la primera vez que alguien le veía y le intentaba asustar de esa forma. ¿Pero qué le pasaba?

Pero que le aventara le tomó desprevenido, se había esperado un golpe directo, pero en lugar de eso le había hecho caer al suelo y bufó al intentar ponerse de pie de nuevo, detenido por una patada, se dejó caer de nuevo llevando sus manos a su estómago y al recibir la segunda le miró con odio -¿Esa es tu forma de 'enseñar' modales? - Dejó escapar una risa mientras se levantaba, le había dolido, pero intentó que su expresión no se deformara por eso -¿Estás idiota? ¡Aléjate de mi! -Advirtió con la furia dominando su mirada y el aire a su alrededor le envolvió, parecía amenazador y no lo había pensado, solo había dejado que su propio enfado le dominara, pero aquel sujeto también era un elemental de viento.

Claro que no, pero era una advertencia, sin enbargo se había descuidado cuando le sintió tomarle el rostro. Frunció el ceño antes de tambalearse por el primer golpe. Jadeó, eso dolía, y sin embargo terminó recibiendo otro golpe que le hizo sentirse ligeramente aturdido y le hizo trastabillar. Apenas y logró mantenerse en pie.

Alzó la voz en un gruñido haciendo que el viento fuese contra esa persona, Alexis era impulsivo y dañarlo no era exactamente algo que le preocupara, por lo que dejo que ese aire tomara la forma de navajas, pequeñas pero con suficiente filo para rasgar la piel. No estaba viendo al blanco, cubría su rostro tras los golpes y dejó que su enfado por la situación se viese reflejado de esa forma. Solo quería mantenerlo lo suficientemente lejos mientras se recuperaba. Sentía el ardor en el rostro, hacía mucho que no sentía eso. Y como el chiquillo que era, no pensaba dejar que nadie pasase sobre él de esa forma. Se olvido de intentar calmarlo, eso no tenía ningún sentido, como tampoco lo tenía hacerle alguna proposición a esas alturas.

Su condición no era la mejor para aquel momento y verse contra los golpes del otro no le estaba ayudando. Y poco a poco se había quedado sin tanta energía como debería. Sintió el jalón y aunque intentó detenerse, aquel parecía tener más fuerza física que él. Observó mientras caminaba a regañadientes tras él. Vio las heridas, como comprobando que al menos no había sido en vano.

Se vio contra el suelo y a pesar de oír la pregunta, solo se empujó, tratando de quitárselo de encima -¿Para qué quieres saberlo un extraño como tu? -Masculló empujándose con los brazos, levantando el rostro apenas un poco -No le diré mi nombre a un imbécil que se comporta de esa manera -Respondió, además, o es como si él se hubiese presentado antes, solo había llegado con esa actitud arrogante, como si de verdad fuese gran cosa.

Jadeó sintiendo aquella caricia y su corazón se aceleró, latiendo con fuerza en su pecho. Maldije por dentro, vaya suerte la suya, topándose con un sujeto como aquel. Sí que debía tener mala suerte.

Aquello era repulsivo, la caricia sobre su cuello le hizo encogerse tanto como pudo -Alexis Vanvollehoven -Contestó sin ganas de que algo fuese demasiado mal para él. Si sabía algo era que con gente como él, era mejor mantenerse tranquilo y tratar de hacer que él se calmara era su mejor apuesta, aunque habían iniciado con el pie izquierdo. Suspiró dejando de forcejear -¿Podrías calmarte? Te diré lo que quieras... -Intentó sonar lo más persuasivo posible.

No supo decir si le sorprendía más de lo que lo alivió el que dejara de presionarle como lo hacía. Pero le desconcertó, en verdad le desconcertó cuando se giró y le vio el rostro, aquello que identificaba en sus facciones le hizo preocuparse. Además de que sus preguntas solo empeoraban esa idea.

Interpuso los brazos, aún si él los llegaba a sostener, prefería tener algo que lo separara de él -¿Mi padre? -Y su rostro se deformó en una mueca de clara falta de entendimiento. Hizo un ruido, parecido a un gruñido. La verdad fuese dicha, él no lo recordaba. No lograba recordar ese nombre que le pedía, así que tras unos segundos de deliberación interna solo respondió -Está muerto... es todo lo que podría decirte -contestó suspirando casi habiendo recobrado el compás de su respiración.

 

Se sentó, no se levantó, el otro parecía ligeramente desconcertado y eso le hacía preguntarse por qué. Y lo que fue más, era como si él supiese algo de su padre. La pregunta no hizo sino confirmarlo.

Hizo un gesto dubitativo, desviando el rostro un poco como si intentara distraerse -Recuerdo... muy poco ... -Admitió como si eso fuese algo que no debiese decir -No recuerdo mucho sobre antes del día en que mis padres murieron -No quería que creyera que no quería decirle, así que tener que confirmar algo como eso con un desconocido le hacía retorcerse internamente.

Y aún sentía el martilleo de su corazón, pero fue calmándose poco a poco y soltó un largo suspiro revolviéndose los cabellos cuando la cala volvió a alcanzarle.

Decidió ignorar su propia curiosidad acerca de cómo acababa de reaccionar, era mejor así, no era de su incumbencia, si, no lo era bajo ninguna circunstancia cuando solo quería librarse de él.

Se levantó despacio y se sacudió las ropas antes de intentar irse. Claro, mejor dejaba que se alejara un poco antes de intentar seguir el mismo sendero, al menos para salir del bosque. Sus manos temblaban y se dijo que eso se calmaría en un par de minutos, le había tomado desprevenido y no había sabido qué hacer.

Realmente terminó caminando manteniendo una distancia prudente, como para ver si se olvidaba de que estaba ahí, pero tras un rato el se giró y maldijo y el casi voltea a ver si había otra cosa aparte que pudiese causar tal efecto, claro, la pregunta le dijo que no se trataba de otra cosa.

-Esto... 16 ... -contestó viéndole y esperando que avanzara de nuevo. No tenía ni idea de por qué se comportaba así pero no era cosa suya y no quería insmisuirse demasiado. Sonrió como por amabilidad o algo similr.

Arqueó una ceja cuando le habló, más que cuando se acercó, el que dijese eso le provocó no querer hacerlo. Sonrió y levantó las manos -Escucha... no sé quién eres... ni porqué pareces sorprendido.. No recuerdo nada de mi familia y .. no sé... tal vez sea mejor así... cualquier cosa que quieras decirme, ahorrátelo... -La sonrisa se borró de su rostro, había algo que no le dejaba estar tranquilo y pensó que todo lo que quería ahora era llegar y descansar. Si, eso justamente.

Alexis se exaltó y dio un salto cuando le acercó. Le miró pálido. No podía atacarle estando tan cerc y tan desconcentrado por la sorpresa -¿Qué? -Pero aquella mano le hizo entender hacia dónde iba -Suéltame -Pidió más en una orden que en una real suplica -Déjame en paz... -Frunció el ceño empujándole y agarrándose de su brazo, buscando alguna herida que le hubiese hecho antes para ejercer presión sobre ella para ver si así le dejaba estar.