Un dia de caza

Una mañana, día de sol como cualquier otro en el reino de la luz, Angeluz se dispone a cazar, deja salir a White de la tienda, toma su arco y flechas, tensa el arco, limpia sus botas y pule su relicario.

Entra al bosque hasta divisar un conejo, una presa poco peligrosa, pero nada fácil -Sera pan comido, le atravesare la cabeza, asi morirá sin dolor y podre comer algo mas que plantas esta noche hehe- toma una flecha y apunta, el conejo levanta sus orejas apenas con el mínimo sonido de la cuerda del arco, se hecha a correr, una flecha pasa a toda velocidad por su derecha y falla, se escucha el grito de un anguila, White a divisado el conejo, corre rápido y nervioso el pobre animal, otra flecha pasa cerca pero sin suerte.

-Tiene que ser un chiste- white se posa en una rama y mira a Angeluz con recelo que se rinde y sienta en el tronco frente a un rio, el conejo a escapado.

Toda aquella hazaña había sido interesante a los ojos de Lys que observaba fijamente al joven en los bosques, Lys había decidido aquel día desaparecer de su existencia, realmente necesitaba un momento a solas, todo esto acogía su corazón por que quería hacer lo que los jóvenes de su edad hacían… disfrutar, y no era permitido, aunque realmente le gustaba ser una reina de su pueblo amado por que podía disfrutar cosas que no todos podían hacer… y es por eso que en la copa de un árbol su vista le permitió divisar a un joven, empeñado en cazar un conejo que había divisado, se le quedo mirando, sus alas hicieron índice de moverse para seguir los pasos de aquel desconocido de su propio reino… sus alas sincronizadamente la guiaban hacia la copa del árbol donde aquel joven frustrado se rendía en el tronco frente al suyo y en un susurro que gracias al viento se escuchaba a un sonido apaciblemente claro, sonreía –me temo que no es forma de cazar a un conejo… - baja delicada y grácilmente hasta quedar a una altura razonable, esperaba que no le reconociera enseguida, estaba cansada de tanto formalismo y si tenia suerte, aquel joven no sabría que estaba frente a la mismísima reina de su hermoso país.

-tiene que ser de una forma calmada, si le lanza flechas el conejo sabrá la dirección, lo rápido no se combate con rapidez… si no con tranquilidad… - se acerco a una de las ramas del árbol donde había estado posada y la toma para tratar de hacer una especie de trampa para el conejo que se sentía mover alrededor de los dos jóvenes.

Spoiler:

Empapado en sudor, algo cansado y de mal humor Angelus ve postrarse sobre sus pies a una curiosa señorita.

-Muy sabias sus palabras señorita, tal vez no sea la forma de cazarle pero no todos tenemos alas que nos faciliten la movilidad *lo dice con una sonrisa algo sarcástica*, además cuando se tiene hambre es difícil esperar cerca de una trampa con tranquilidad.

Angelus se percato que era una señorita de alta clase, nada comparado con lo que se ve en el pueblo normalmente.

-Pero por lo que veo usted no es de las que tiende a pasar hambre... a todas estas, que hace una señorita como usted en estos peligrosos bosques? bien se sabe que a pesar de ser un reino tranquilo hay extrañas criaturas rondando por aquí... aun así gracias por tomarse la molestia de ayudarme *se ríe con dulzura*

Su mirada intrigante y su pose, con aquellas ropas que con su sudor se le apegaba mas a su cuerpo, sonrió ladeando el rostro, por que no estaba acostumbrada a sentir deseos carnales bajo ninguna circunstancia, su edad corta y su condición de reina no hacían mas que frenar su adolescencia, su juventud en todos sentidos… -no es cuestión de alas o no… - sonríe tomando su pequeña trampa echa artesanalmente y la deja en posición con uno de los hilos que cargaba siempre en los bolsillos de su vestido, nunca sabia por que andaba con cosas que utilizaría luego, a veces pensaba que sentía que podía pasar en el futuro pero esas eran conjeturas de ellas de la cual nunca hablaría, solo sonrió al encaminarse hacia el joven y sonreírle de lado para dejar un pedazo de fruta debajo de la trampa entonces si tiene hambre… tendrá que esperar 5 minutos mas… - sonríe haciendo correr el hilo y tomando su mano lo guía detrás de un árbol, solo asomando su rostro para ver si el conejo aparecía cosa que si hizo… - y no son peligrosos bosques, yo creo que son muy hermosos… aparte no siempre me es permitido salir a pasear por estos, se respeta mucho mis paseos… por alguna razón que nunca entenderé, siempre hay gente cerca.. – dice algo ausente al dedicarle una mirada para luego volver su vista hacia el conejo que se acercaba curioso para ver que tipo de comida se encontraba en aquel lugar y al meterse debajo de su trampa Lys solo tiro del hilo y le miro – no es ninguna molestia... y ya no tendrá hambre… - con su rostro le señalo que mirara en dirección al conejo atrapado y le sonrió de lado.