Los acordes de la Noche {Libre}

Esa noche me habían dado trabajo en un restarurante. al parecer iba a haber una reunión importante. Yo no sabía claramente qué era lo que se celebraba puesto que habían ido a buscarme de pronto diciéndome que me pagarían el doble de lo que solían darme. En ese lugar ya me conocían. Durante el día a veces me llamaban para amenizar las comidas, en otras ocasiones me llevaban a uno de los bares que tenía el dueño. Un poco más caótico si se veía de ese modo, pero una vez que empezaba a tocar realmente me perdía en ese mundo que el sonido del saxofón podía otorgarme. A veces solo, a veces con algún otro instrumento, dependiendo lo que quien me contrate prefiera. Esa noche estaríamos un violinista y yo en aquella velada.

Como no habia tantos músicos por esa zona estaba seguro que sería alguien que conociera, a menos que hubiesen contratado a alguien de un lugar más lejano. Decidí llegar más temprano y me quedé viendo los arreglos. Si, debía ser algo importante, porque todo se veía muy lujoso a mi parecer. Tal vez debería ir a cambiarme. Si alguien me veía con aquellas ropas seguro me reprendería. Me metí or los pasillos como si aquella fuese mi casa, seguro que me regañarían también si me encontraban, pero por ahora no había visto ni un alma.

Después de andar por ahí perdido una persona apareció en el lugar. Le observé a lo lejos. ¿No era ese el consejero real? Me llevó un rato mientras le veía que mi mente reaccionara a eso. ¿Qué hacía ahí el consejero? Y entonces palidecí. No, no era cierto... ¿esto era una fiesta del castillo? ¿Quién más iría allí esa noche si era tal? No tenía por qué ponerme nervioso pero lo estaba.

Pero no había que hacerlo sin razón. Me acerqué a quel rubio, en realidad no lo había visto de cerca nunca. Si lo había reconocido, era casi una casualidad -Hola... -Si, perfecto saludo ¿y la formalidad? -Disculpe ¿podría decirme qué clase de evento es este? - Si, no iba a ponerme nervioso sin antes averiguarlo. De cualquier forma era solo un músico.

La actitud tan abierta del otro le tranquilizó un poco, hasta que dijo las palabras mágicas sobre aquella reunión -Una pequeña fiesta para su majestad? - Lo repitió porque no se la creía y eso solo había hecho que sintiera nervios de estar en un lugar así. Aún no veía a los demás músicos porque aunque no le habían dicho demasiado al menos sabía que habría otra persona encargándose de la música de la velada. Además ¿No había lago especial para aquello?

Tranquilo, Uriel, no es para tanto

Tomó su mano -Si, eres suficientemente conocido por ese puesto - No estaba pensando bien lo que decía por estar casi desbaratándose de los nervios aunque no se notara demasiado -Mi nombre es Uriel Evans... He venido a tocar, soy músico- dijo alzando el estuche del saxofón que venía cargando.

-Ah... saxofón-dijo como respuesta viendo el estuche y luego aunque no dijo nada, debía admitir que aunque dijese que se relajase, su acercamiento le hizo tensarse. No estaba acostumbrado al contacto con otras personas, él lo hacía con tal naturalidad que no supo si sentirse más tranquilo o lo contrario. Se rió nerviosamente tratando de no pensar demasiado -Si, un poco nervioso ahora que se que esto tiene que ver con la corona- admitió y suspiró expulsando el aire en los pulmones -Pero aún hay tiempo para relajarme ¿no?

Intentó no parecer nervioso pero cuando pidió las cervezas sus manos se movieron nerviosas por el estuche, fuera de ese hecho nadie habría dicho que había algo diferente al primer momento -No sé si sea buena idea - Le miró, no solía beber a sabiendas que no podía soportar cualquier bebida alcohólica -Ah... si hace eso se quedarán sin saxofonista- La persona a la que le había dicho ya se había ido de cualquier forma. Era maleducado rechazar una invitación, pero algo como eso mejor evitarlo, qué tal si realmente se quedaban sin uno de los músicos... Nunca había tomado cerveza tampoco, eso no ayudaba a saber si podía por amabilidad, tomársela.

Se sentó, pero solo vio el tarro de cerveza con una sonrisa nerviosa -En serio... no creo que sea buena idea,no porque no vaya a agradarme o algo similar. Solo creo que no ayudará en ningún sentido- No quería ser grosero así que le miró, ahora estaba preocupado, el no parecií querer una negativa a eso incluso si alegaba a su estado de nerviosismo, la bebida no le iba a ayudar, seguro tendrían un problema muy diferente entre manos de ser así...

-No soy bueno con cosas que contengan alcohol... -admitió sin entrar en detalles, solo quería ver si eso le libraba de tomar aquello. No era algo que fuese a decir, normalmente no le insistían con esas cosas, solo decía que no y hasta ahora eso le había funcionado, pero hoy no.

Suspiró, más con resignación que otra cosa -Si me meto en un problema será tu responsabilidad - Dijo tomando el tarro de cerveza -Sólo lo probaré como agradecimiento a tu amabilidad - Sonrió y le dio un sorbo haciendo un gesto cuando pasó por su garganta. Luego volvió a dejar en vaso por ahí cerca -¿En cuánto tiempo crees que lleguen los invitados? - Preguntó, le habían dado una hora, pero no sabía cuánto faltaba, aún no veía mucho movimiento y el violinista no había llegado aún.

De algún modo eso le hizo sentir un poco de vergüenza, como si fuese como un niño... realmente con cada segundo le parecía que aquel hombre tenía bastante confianza, no es que él no la tuviese pero era un nivel completamente diferente. Y la forma en la que hacía esas cosas, acercarse y tocarle despreocupadamente le parecía entre asombroso y desconcertante. Era amable así que tampoco iba a pensar de más -Parecía algo grande desde el inicio. Debí sospecharlo con esa paga que ofrecieron- Se rió de sí mismo, si, ese debió ser un aviso, de cualquier forma se hubiera presentado allí -Habla conmigo, así me sentiré más tranquilo -Eso era desviar la atención. Agradecía que no hubiese insistido con la cerveza. Se emborrachaba con facilidad y realmente pensaren hacer el ridículo o una locura no estaba entre sus planes esa noche o al menos eso esperaba.

Agradeció al mesero y dio el primer sorbo con una sonrisa cuando escuchó la pregunta -No hay razón para que me conocieras -Movió las cejas ligeramente -Soy un músico y tu trabajas en el castillo - Se rió de buena gana. Lo que quería decir en realidad era que difícilmente estarían en los mismos lugares al mismo tiempo -¿Por qué lo de la edad? - Era curioso que le preguntase es ¿no lo era? -¿Qué hay de ti? - Viendo a una persona uno difícilmente podría adivinar y en un luz a él mismo se le hacía más complicado