Agua y Fuego [Efrim]

Había tantas cosas que hacer y el tenía tan poca idea de ellas que en su rostro se dibujo un gesto de frustración al estar escuchando a su consejero antes de entrar a aquel castillo, a estas alturas sentía que su presencia ahí no servía de mucho, sería aquel que estaba frente a él quien llevaría a cabo aquella encomienda. Ahora solo estaba limitándose a escuchar lo que decia acerca de aquellas rutas que unirían todos los reinos, lo entendía y a su vez ya había estado en una reunión con los otros reyes sin haber pensado que lo hacía a escondidas de quienes lo habían llevado al puesto en el que estaba, peor aquello había sido el comienzo de una relación que les valdría más de lo que hubiese sido si todo eso se hubiese hecho conforme al . Observó la edificación a la que entrarían un momento después, casi ignorando a su acompañante. Los guardias que iban con él estaban un poco menos tensos que de costumbre. Sabían que no escaparía de su vista por ahora. Por alguna razón, le estaban dando aquel resumen antes de entrar, no tenía idea del por qué...

Finalmente escuchó un suspiro, y supo que su distracción había sido más que evidente, le sonrió débilmente, como pidiendo una disculpa por eso. Cuando sin previo aviso empezó a caminar, el resto tardó un momento en seguirle. Escuchó el rumor de la tela al caminar, ese día estaba un poco distraído y sabía que era cuando debía tener su atención totalmente en todo eso. Recordó al hombre al que vería en un momento. Aquel rey tenía un porte que a Liam le imponía respeto, aún sin que él se diese entera cuenta de ese hecho. Se detuvo al llegar a aquella gran estancia, de acuerdo a las políticas no podía ir más allá de ese lugar hasta que el consejero de aquel reino o el rey mismo indicasen lo contrario o algo similar le habían dicho. Fuese como fuese por cortesía no podía ir y meterse en ningún lugar sin permiso.

Empezó a sentirse nervioso aunque no lo demostró en lo más mínimo. Sentía las miradas de su gente sobre él mientras su consejero permanecía inalterable a su lado. Era porque sentía que Efrim Zünder desde aquella primera impresión le hacía sentir de aquella forma. Creía que porque rara vez había visto a alguien que proyectara un aura como la suya... más bien, era el primero que conocía que la tuviese... Con todo, su rostro permaneció impasible, solo una de sus manos al dirigirse a la tela de sus propias ropas le delató mínimamente, un movimiento que pasaría desapercibido la mayoría del tiempo...