Realeza/Realidad (Liam Phantomhive)

Su mirada se ensombreció por un instante aunque las razones no eran por las palabras que pronunció primero, eran por recordar ciertas cosas que aún su memoria le traía por momentos -Sobreviví porque para cuando nací mi pueblo ya no existía... y ver en la mente de otros sin saber cómo controlarlo es más bien una maldición... -Suspiro y su cuerpo se relajó en automático. Le sonrió, pero un dejo de cierto sentimiento se veía reflejado en sus ojos.

-Fue más que un par de años... ahora lo sé... entre el tiempo que ellos hicieron sus pruebas... cuando se dieron por vencidos y hasta que ustedes llegaron... fue más tiempo del que debería haber sobrevivido... Créeme... tal vez no había mucha agua, pero por muy pequeña que fuese la cantidad, había lugares de los que podía sacarla... Simplemente no quería morir ahí… no me importaba, solo que no fuese ahí…

Había notado su acercamiento pero cuando vio como calmó el efecto provocado por él mismo no pudo más que observar su mano con atención. Se recargó en su rodilla mientras observaba sus movimientos hasta que aquel flujo desapareció.

-No contesté a tu pregunta en realidad… acepté ser el gobernante porque tu mente me dio cada detalle… vi a través de ti lo que no habría podido saber al haber estado ausente del mundo por más tiempo del necesario… y vi que no podría huir de esto… no me dejarían marchar por mucho que me negara… Porque esta piedra me señaló como el sucesor, debo terminar con el trabajo del rey … necesitan mi cuerpo para purificar el agua de este reino… No tengo idea de cómo se lleva a cabo ese proceso, pero parece ser que empezó desde que tomé esto entre mis manos-
se quitó el brazalete observándolo con curiosidad. Se levantó viendo hacia la superficie.

A decir verdad, extrañaba ver el cielo nocturno. Aunque había salido del castillo, siempre había sido de día y regresaban el mismo día. Hacía tanto que no tenía oportunidad de observarlo, que le pareció que había sido una imagen fabricada por su mente lo que tenía como recuerdos- ¿Qué habrían hecho si me negaba? Eso no lo sé… en ese momento no me atreví a indagar en ello… pero sentía que de un encierro a otro, al menos podría hacer algo estando aquí…

-Es verdad que mis acciones no son gobernadas por lo que fue establecido, sin embargo mi estancia en este sitio sí lo es... -le observó con cautela desde su posición -... No me malinterpretes, no es que no esté a gusto en este lugar... -Cruzó los brazos y se recargo en un pilar que estaba cerca de él.

-Simplemente que cualquiera con un rango que le de ciertas responsabilidades siempre está preso debido a ellas. A partir de esto, sé que no puedo tomar decisiones que afectem a mi pueblo... Pero no es seguro que siempre haga lo correcto... probablemente no tengo la sabiduría para hacerlo...

Dejo escapar una ligera risa de sus labios -el como puedo llegar a gobernar es algo que afectará a todos... pero no soy lo que debería... la corona no hace al rey... siento decirte que la persona que tienes frente a tí, probablemente no tenga ciertas características que deberían existir en un gobernante... Te daré más de un dolor de cabeza... como el de escaparme de estas paredes... -dijo volviendo su vista al palacio -creo que esa sensación no va a desaparecer fácilmente... -dijo más para sí mismo que para su consejero.

Ciertamente no había dejado de ver mucho de su propia personalidad. había guardado la distancia porque le había parecido lo mejor, pero ahora... se daba cuenta de que no tenía mucho sentido. Si él ponía barreras se reflejaría de algún modo en el trato de los demás, y eso sería complicado. Pero esta persona... ¿qué tan lejos estaba de descubrir lo débil o lo infantil que era por momentos? Hacía las cosas con determinada seriedad la mayoría del tiempo, pero a veces tenía ganas de comportarse como quisiera, aunque sabía que tenía que cumplir con ciertas cosas.

Detuvo cualquier movimiento de su parte y le vio como si no entendiese sus palabras y como si estuviese algo sorprendido al escucharle al mismo tiempo. Sus rasgos se suavizaron después de un momento, la tenue sonrisa algo nostálgica curvaba sus labios ligeramente. -Las cosas suceden por algo... Aun cuando crea nos er adecuado, a decir verdad, sé que nadie puede ocupar el lugar en el que estoy ahora... Porque aunque ser el rey es unmero título, lo que me trajo aqui es lo que realmente importa... con o sin título, aún soy el qúe debe cumplir lo que el rey anterior dejo con su último suspiro... No es eso ásí? Es mi cuerpo y tal vez algo que poseo, loq ue esta llevando a cabo este proceso necesario para las aguas de este reino... ¿Me estoy equivocando pensando que es imposible renunciar a eso? Y aunque pudiese no lo haría... lo sabes ¿cierto?- ¿quién podría negarse? Necesitaban esa restauración, no solo ellos, los otros reinos por eso estaban en los mismos procesos.

Ya no dijo nada, se quedó quieto. No sabía que decir, no quería seguir haciéndole pensar o malentender lo que sus palabras decían. Es que él no era tan bueno expresándose, a veces la gente se confundía, tomaba sus palabras de alguna forma que el no quería. Además, se sentía de algún modo apagado después de aquello. O tal vez era el simplemente el que su mente hubiese traido a él un par de recuerdos desagradables. Cruzó los brazos tratando de centrarse. Aquel sujeto confiaba en él, ¿no era así? Eso era la mar de extraño así que su mente no lograba captarlo por completo - ¿Por qué? ¿Por qué crees de esa forma que estoy bien siendo como soy?- Estaba seguro que había muchas cosas mal con su propia mente, lograba vislumbrarlo de alguna forma. La pregunta había salido en un murmullo involuntario de sus labios. Se reprendió mentalmente un momento después aunque era demasiado tarde para pensarlo.

Probablemente era que aún tenía miedo, que no había logrado relamente confiar del todo, aún cuando sabía que podía hacerlo. Era una disyuntiva en su interior que no podía controlar aún. A veces nos abía si dejar salir todo aquello que aún albergaba de alguna manera, pero se sentía incapaz y podía notar que no podría hacerlo con cualquiera. Ellos sobre todo, sentía que no tenían por qué cargar con lo que el llevaba, con loq ue le hacía cometer ciertos actos, algunos simples como escaparse del castillo, algunos que ocultaría si fuese necesario... Solo no quería causarles algún lío.

Volvio a mirarle, no estudiando sus razgos ni nada en particular. Sonreí levemente después que el otro mostró una muy ligera sonrisa, quizás no era la expresión más animada del mundo, pero no podía pedir mucho tampoco.

-No es imposible renunciar pero.. Si sé que no lo harías, por esa misma razón sigo pensando que no hay alguien más apto que tú... bueno, que usted-

Casi se me olvidaba el tratamiento de respeto que debía tener en todo momento, si bien aún no estaba del todo acostumbrado, me apenaba un pcoo equivocarme en ese tipo de cosas. Recordaba como siempre me decían que la teoría no se compara en nada a la práctica, aunque no cuento esto como una práctica realmente.

-Porque eres todo lo que al agua representa, estabilidad, fluidez, te adaptas al cambio y bastante escurridizo si me dejas agregar- Miré hacia la superficie, no tardaría en anochecer. -A cada momento que pasa estoy más convencido-

Quizás desde el primer momento que le conocí no supe que iba a ser el mejor de los reyes o que si sería, lo que yo había esperado o imaginado en un líder, las expectativas son muy traicioneras. No en este caso.

-Mi trabajo es asegurarme que no te pase nada a ti... a usted, y al reino, solo debes dejarme ayudarte es todo, la confianza en ti mismo vendrá poco a poco. saldrá a frelucir cuando se necesite, de eso estoy completamente seguro-

Le miré sonriendole con sinceridad.

-¿Es necesario que me trates de esa forma, Mikael? - el tono neutro de su voz dejaba ver que había recuperado toda la compostura que solía tener. Le miró sonriendo. Aquel tinte en su mirada ya había desaparecido. Sabía que la respuesta probablemente fuese afirmativa y el no podría renegar de ello. ¿Cómo podría pedirle que no lo hiciera? No podía... Era como saltarse los estatutos. Y él siempre estaba buscando hacer las cosas de la forma correcta. Aunque sintiera que eso creaba distancia ¿Qué podía hacer si así estaba establecido que fuese el trato hacia él? Pero aún se sentía ajeno.

Llevaba casi un año así... Era hora de irse acostumbrando ¿cierto? Aunque no le gustara, tenía que dejar de pensar que era extraño. Caminó y vio arriba -Te causaré muchos dolores de cabeza -Repitió en voz baja. Era gracioso como su voz sonaba diferente, calmada y serena. Y es que en parte así era él. Ciertamente aún había muchas cosas con las que debía lidiar de su pasado, pero no era de los que vivía pensando en eso. Aveces podían invadirle los recuerdos, pero debía haber un catalizador para ello, uno, por muy pequeño que fuese.

-Entonces será mi vida la que este en tus manos... -Le vio ladeando el rostro -Eso está bien para mi... puedo confiártela.. - La palabra traición no existía en su mente. Probablemente podría confiar casi en cualquier persona, pero decir algo como eso era diferente. Se acercó tratando de mirarle a los ojos directamente, se quedó en silencio. Era como si estuviese analizándole. No quería leer su mente, era algo que evitaría siempre que pudiera.

-Claro que tendrás que confiar en mi, aun cuando me desaparezca de repente... No quisiera hacerlo, pero aún soy incapaz de hacerlo de otro modo... ¿Podrás tenerme paciencia? - Ya la tenía en realidad. Y estaba bien si se molestaba, si le reñía... eso también estaba bien. No quería que le dieran la razón cuando no la tenía. Y le parecía que cosas como esa demostraban que le importaba, fuese solo por el reino o él incluído en ello.

Pareció somrprenderse por sus palabras y no dejo de verle en ningún momento -Yo... - desvió la mirada sonriendo -No te imagino llenor de ira... pero si creo ser capaz de provocarla tal vez en algún momento... - Frunció en ceño en un gesto deliberado -Mikael Lozier... lo sabes tan bien como yo - Le puso una mano en el hombro mientras su mirada se fue suavizando -Tienes todo el derecho de decirme cualquier cosa, de detenerme cuando creas que estoy cometiendo un error, de regañarme cuando lo creas necesario, es por eso que ocupas ese puesto ¿no es cierto? SI te preocupas por mí, entonces sabes que es así- se separó de él dándole la espalda al patio que se extendía al frente del palacio -A veces me comporto como un chiquillo y lo siento... porque no parece que pueda comportarme como debo a veces- dio unos cuantos pasos dirigiéndose al interior, aunque no pasó el umbral de la puerta, como esperando que el avanzara a su espalda. Ladeó el rostro -No puedo decirte todo lo que pase por mi mente... no es desconfianza, es una mala costumbre, si quieres verlo de ese modo, no quisiera preocuparte, así que te lo digo desde ahora- Sonrió aunque no le estaba viendo.

Sus palabras, serían algo que tendría que agradecer de un modo, lograban ubicarle y estaba seguro que podría hacerlo si en algún momento él no pudiese hacerlo por sí mismo. Había momentos en los que se sentía tan incapaz de mucho, y sin embargo solo podía poner un buen semblante y tomar decisiones que no solo le afectarían a él. Era por eso que estaba bien tener alguien así a su lado, agradecía infinitamente que le hubiese tocado estar con alguien como él cerca.

Hubiese deseado estar en la superficie y aspirar el aire real que allí imperaba, pero estaba bien así también. Byakko apareció restregándose en sus piernas haciéndole trastabillar -Supongo que debería volver con lo que debería estar haciendo, ¿cierto? - Acarició el lomo del cachorro poniéndose en cuclillas y viendo a su acompañante desde esa posición -Claro, ni siquiera estoy seguro que debería estar haciendo- Se sonrojo levemente por su propio comentario. Se sintió perdido por ese breve instante de tiempo.

Tardó un segundo antes de poder moverse y ponerse de pie -Realmente podemos?- Por poco y se había emocionado de más, como ver a un niño al que le brillan los ojos cuando parecen haberle ilusinado con laguna cosa. Trató de controlar sus expresiones, aunque le era totalmente imposible por momentos. -Eso me parece más que perfecto... - Sonrió abiertamente. Además tenía sentido, el no conocía casi nada en este punto. Las salidas eran pocas y en realidad era algoq ue le preocupaba, por mucho que buscase en libros o que se centrase en averiguar cosas, lo cierto es que no era lo mismo leer sobre ello que verlo con tus propios ojos.

Claro que era como llevar a un niño, estaba seguro que iba a causar algún problema, no sabía cómo, pero sentía que terminaría haciéndolo, aunque ignoraba ese presentimiento campalmente. Realmente quería ir. -Entonces vamos con ella, para poder hacerlo-Aquella chica, la había visto algunas veces pero generalmente no se cruzaban, el estaba dentro del castillo la mayoría del tiempo.

Miró a Byakko -Podemos llevarlo?- Preguntó con un serio tono de duda en la voz, como anticipándose a una negativa aún cuando no veía en la expresión del otro una u otra cosa. Pasó sin pensar los brazos escondiéndolos en su espalda, estaba nervioso, eso era todo. No sabia ni por qué, solo lo estaba.