Conociendo a Sir Sunshine [Privado]

Un par de días habían pasado desde su visita para el Rey Efrim, había informado acerca de todo lo ocurrido, de su idea para la junta dándole la invitación a que llegase, ella estaba ofreciendo a su reino como sede para los tratos con los reinos vecinos cuya finalidad era limar asperezas entre las diferentes clases de elementales, claro que se encargo, o mas bien celeste se encargo de organizar la cita enviándole al concejero de la luz avisando de su llegada, aunque no dijo claramente a que se debía su visita si especifico que todo era en “Son de paz”

- Ya vamos a llegar??-pregunto un poco fastidiada por el viaje mientras hacia una mueca que oscilaba entre la seriedad y un puchero, el Capitán del barco solamente sonrió y negó con la cabeza, la pequeña había estado preguntando desde hacia horas, el había dado una fecha de llegada sin embargo se retrasaron por tormentas de modo que se tardaron un poco mas de lo normal, ella podría ser la reina, ella podría comportarse y pensar correctamente pero aun así solo se trataba de una niña, una cosa pequeña y gruñona que gustaba de jugar afuera

- Ya comienza a verse pero le…-el capitán no alcanzo a decir nadie mas, estaban viajando en barco carguero de modo que no era tan lujoso pero si muy grande además de un poquitín mas seguro en otros aspectos así que no dijo nada cuando la pequeña corrió fuera hasta la popa asomándose hacia abajo, los navegantes movían los brazos haciendo volar el barco proyectando su sombra desde arriba, Remiel sonrió extendiendo los brazos para sentir el viento en su para mientras habría los ojos grandes tragándose la hermosa imagen delante suyo, ella sonreía de felicidad al ver los edificios brillantes y de oro puro

- Ya estamos aquí!!!!!! Hemos llegado al reino de la luz!!!!-grito a todo pulmón conteniendo las ganas de saltar, fueron demasiados días de mal tiempo encerrada en su camarote

Remiel se sostuvo fuertemente de la barandilla del barco al sentir como este se precipitaba lentamente hacia el suelo de manera que se estabilizaba en tierra antes aterrizar, se quedó quieto durante unos minutos mientras observaba al capitán dar órdenes de aquí allá, como celeste se quedó a cargo del reino ya que remiel no se lo confiaba a nadie más este hombre se quedó a cargo de cuidarla a ella de modo que prefirió estarse quieta hasta que él le dijese que podía bajar, después de todo, aparte de guardaespaldas era un navegante experimentado y no quería meterse a mandar dentro de su espacio, cuando por fin bajo se encontró con la bienvenida del gobernante de la luz, Chris, sonrió un poco al verlo pero hizo una mueca cuando le extendió la mano, como si se tratase de una cosa extraña que acababa de aparecer frente a sus ojos.

- Muchas gracias su alteza-contesto suavemente mientras aceptaba la ayuda con un rostro extraño, sin embargo en un último momento sonrió para ser cortes, habiendo estado en el reino del fuego hace unos días no pudo hacer comparaciones entre los reyes, los dos eran personas increíbles, pero muy diferentes entre sí al igual que los elementos que representaban

Probablemente su estadía en el reino de la luz sería un poco más cómoda ya que la gente solía ser más amable y discreta pero sin duda disfruto estar con el fuego. Remiel sonrió ampliamente al escuchar el susurro de Chris

- Lo mismo digo su alteza-contesto quedito para que no la escucharan

Remiel bajo moviendo graciosamente los pies mientras se levantaba las enaguas del vestido para no tropezarse con sus pies, Chris era muy amable y le cayó bien desde siempre, celeste le decía que todos los reyes eran buenas personas sin importar como se vieran por fuera al igual que sus consejeros debido a que todos fueron elegidos gracias al sacrificio de los antiguos reyes, por ello la apariencia intimidante de Efrim no le afecto tanto además de que cuando lo vio intento imaginarse que era algún tío regañón.

Sin embargo Chris al igual que Liam tenía una autentica aura amable pero la diferencia radicaba en que la de este último era mucho más suave en comparación, Chris, como todo buen luz brillaba con luz propia

- Seguro que será menos aburrido que en el carruaje- susurro para si misma mientras giraba un poco la cabeza para pedir permiso a sus guardaespaldas, no dijo nada pero estando acostumbrados a ella estos entendieron con solo sentir su mirada asintiendo de inmediato

Una sonrisa apareció de inmediato al ver el rostro de Chris decir aquellas palabras y asintió con la cabeza, divertirse era algo que no hacía muy a menudo en el palacio a pesar de no tener tiempo para siquiera aburrirse, ya le gustaba el reino de la luz, ahí no mandaba celeste.

- A donde me llevaras???-pregunto extendiéndole la mano para que la guiara