La llegada del fuego?{Alessandro, Arisai}

Ahí estaba de nuevo invadiendo aquel sitio como si fuese el propio. Abrió la puerta y lo primero que vio fue a aquel lindo y pequeño felino que parecia haber adivinado su llegada, al cual hizo una seña de silencio al ver la mirada de cualquier gato llena de curiosidad y tal vez algo más debido a la visita de alguien diferente a él que le acompañaba. Levantó al gato con una mano acercándolo a su pecho, sonriendo como pocas veces solía hacerlo. Lo habría tomado con las dos manos, pero la otra sostenía la mano del muchacho que llevaba a su lado.
-¿Alessandro?- No le había visto al cruzar el pasillo que llevaba a la sala de estar. Observó con detenimiento el lugar ¿Tal vez no se encontraba? Observó al chico a sus espaldas que parecía estar nervioso, probablemente por estar en un lugar al que no había sido invitado realmente por el propietario, a pesar de las palabras del general de cabellos verdes que le había llevado.

Rix le observó, realmente, cuando se había cruzado con él en la calle le había cruzado aquella idea de llevarlo allí. Suspiró pensando que Alessandro era, sin duda alguna, la persona más confiable que conocía. Y también, porque estaba allí para verlo y después de lo que acababa de hacer, quería estar allí y no salir de momento. No era nada descabellado, pero muchos le conocían por esos lugares, por eso le dejaban llegar hasta allí casi sin autorización. Las ventajas del poder que te ofrecía la milicia a veces.

-¿Alessandro?- Llamó esta vez un poco más alto y dándose cuenta que era de las pocas veces que usaba su nombre para llamarlo.

Alessandro estaba abotonandose la camisa cuando escucho la voz de rix en la casa y rodo los ojos aun asi sintiendo una sensacion agradable con el sonido de su voz, cosa que en toda su maldita vida iba a admitir, o al menos eso esperaba.

Tomo la toalla que habia dejado de momento olvidada para continuar secandose el cabello, tenia un par de pantalones y una camiza sobre el cuerpo y no le preocupaba estar descalzo despues de todo era tix el que estaba ahi, el chico habia logrado sacarlo de quisio en mas de una ocasión y verlo caminar desclazo no era presisamente una novedad, al punto de que el mismo aless ya no se sentia incomodo con ello. Ademas, incluso descalzo era mas alto que el.

-que diablos quieres stelam? no tienes suficiente con el gato hoy?- hablo con el suual tono entre burlon y fastidiado mientras salia a la sala encontrandose no solo con rix si no tambien con la vision del extraño- ohj no stelam, no vaz a usar mi casa como cuarto de hotel, si quieres pasar tiempo con alguna de tus conquistas sera fuera de aqui- intentando sonar lo mas calmado posible por el muy maldito hijo de perra tenia ahi al jodido kinky tomado de la mano yu en la otr a SU gato en SU casa.

-No, no, no... no te atrevas a hablarme así, Watanade. Que te quede bien claro que no necesito tu casa para algo como eso- A decir verdad quería reírse de lo que estaba viendo, pero no era momento, ya lo haría después -No te pongas celoso, cariño- bien, no había podido soportarlo, aquella sonrisa se había formado en sus labios y las palabras simplemente habían salido con ese tono particular.

-Este chico- Dijo alzando la mano que sostenía - No es ninguna cita o una aventura de una noche - Vio al chiquillo y regresó su mirada a él -Aunque si se te apetece un trío seguro que podemos usarlo- dijo sonriendo. No hizo caso a su mirada y se giró dándole la espalda -Mira, Arisai.. siéntate por ahí mientras yo arreglo esto con el tío cosa...- le señaló el sillón y vio esa mirada de sentirse fuer d elugar ahí y le obedeció sin chistar. Le gustaban los niños así, asustados y obedientes, seguro Alessandro lo había intimidado.

-mira Watanade, no importa si me tienes en el concepto que quieras, lo he traído porque es el único lugar que se me ocurrió... y porque venía para acá cuando lo encontré, parecía asustado y estaba huyendo de algún amante obsesionado o algo así- Volvió su mirada al chico -Me recordó a alguien... y decidí ayudarlo... entonces...-Vio los ojos grises de Alessandro alzando ligeramente una ceja -Nos dejarás quedarnos?- Puso una expresión de falsa inocencia en su cara, que al cabo de unos segundos era más una insinuación -Vamos, puees cobrarme a mi lo que quieras- Le jalo de la camisa y le dio un beso. Bien, tenía que admitir que no había estado saliendo con nadie últimamente y sentía un poco de ganas de besar y provocar a alguien. Había estado atestado de trabajo o si no, por supuesto que se habría ido por ahí y seguro que no le hubiese costado conseguir una linda chica que le hiciera compañía, pero eso no se había podido y bueno... no iba a decirlo, pero entre todo, también estaba deseando ver esa horrible cara desde hace unos días...

- no alucines stelam, parece que hoy te ah dado el sol mas de lo norma.- hablo acercandose y quitandole al gato y le dio un golpe en la cabeza- aqui nadie va a usar a nadie idiota- hablo mientras dejaba al minino en el suelo y caminaba a la cocina con Rix hablandole, se giro para responderle un par de cosas con respecto al pago, cuando sintio los labios ajenos sobre los suyos, sin pensarlo cerro los ojos tomando al otro por la nuca manteniendolo en su sitio, el sabor le embriago y lo jlo mas a su cuerpo deborando aquella exquisita boca contra la suya, para cuando se separaron tenia fruncido el ceño.

-bien!- acepto girándose y tomando un caso de cristal y sirviendo algo de te Helado en el, el sonido de los hielos en el pequeño recipiente de cristal tintineo mientras pasaba junto a rix regresando a la sala encontrando al pobre muchahco, sentando y con cara de susto en uno de los sillones, camino hacia el y le dejo en vaso en su regazo, esperando que lo tomara y despues se alejo- toma, para que se te pase el susto- La historia no le habia agradado, cada quien tenia derecho a decidir con quien queria o no queria estar, un amante obsesivo era algo que le gustaria tener enfrente para romperle un par de huesos... el chico parecia tan indefenso... sacudio la cabeza, no se dejaria engañar, no era la primera vez que tenia esa imprecion de alguien y el sabia perfectamente que rix era perfectamente capaz de cuidarce solo y mas importante se ganaba cada cosa que le pasaba.

El golpe le había dolido pero no se quejó. A fin que estaba intentando convencerlo. Cuando le respondió que si, una gran sonrisa apareció en sus facciones. Luego caminó tras él cuando regresó a la sala pero se quedó en el marco de la puerta viéndole entregarle al chico el vaso.
El muchacho lo tomó y le dio las gracias. Suspiró recargando la cabeza -Me recordó a mí... aunque él es más torpe... Se llama Arisai...- Si decía que era más torpe era porque al ver al otro sujeto se había dado cuenta de que el chico realmente elegí a las personas al azar. Y por lo poco que había hablado con él había averiguado que era un problema medio extraño que él no entendía. Cuando él se involucraba con alguien era por obtener algo y sabía quitarse de encima a esa gente, por las buenas o por las malas. Observó a Alessandro, bueno, la cosa con él era diferente...

Se pasó la mano por el cabello y fe a la cocina buscando algo que él pudiera beber -No pude pensar en un lugar más seguro que este- Dijo buscando con la mirada y distrayéndose en ello. Omitió el hecho de que el había golpeado al otro sujeto por uno de sus comentarios, uno que en ese momento ya ni recordaba. Bueno, el té no estaría mal probablemente. estaba hablando un poco más fuerte para que le escuchara desde ahí. Se distrajo lo suficiente cuando buscó hielo que ya no capto lo que estaban haciendo.

Que le recordaba a rix? Bueno era cierto pero si lo que rix decía lo agregaba a la impresión el chico estaba completamente jodido, el muchacho pasaba de amante en amante igual que el promiscuo peliverde que parecía no poder sacar de su casa ni de su cabeza, pero a diferencia de rix que tenia aquel aire de seguridad y poseía aquella cabeza fría el muchacho frente a el no daba la impresión de poder defenderse, incluso si podia tenia aquella apariencia de presa esperando ser atrapada.

-es cierto lo que dice Rix? Un ex-amante obsesionado estaba siguiéndote? Puedes quedarte aquí a resguardarte pero, no creo que sea la solución, no puedes solamente esconderte cada que le vez- esperaba que no tuviese una lista del tamaño de la de rix de ex amante porque la tendría difícil, a rix simplemente habia que dejarlo ir, el muchacho ese no daba esa impresión, parecía que si lo cazabas podrías quedártelo. Eso no era nada bueno, el mundo estaba lleno de cazadores- Es la primera vez que te pasa?- el sabia la respuesta no lo era, pero no hacia daño preguntar

Hizo una ligera mueca con los labios mientras veía el líquido antes de darle un sorbo. Suspiró antes de contestar -No... suelo moverme de un lado a otro para evitar esto, pero necesitaba hacer una entrega en este lugar...- Sabía que no era la mejor forma, pero así era como había hecho hasta ese momento. Le dio un sorbo al té, estaba bueno -Ha pasado un par de veces, pero no son tan insistentes - desvió la mirada -Ni tan agresivos...- Normalmente si se encontraba de nuevo con alguien se notaba su falta de interés en volverse a enrollarse con ellos, así que se fastidiaban y se marchaban diciendole lo que les venía en gana. Estaba bien de ese modo, pero lo que había pasado esta vez era ligeramente diferente. Escuchó los sonidos en la cocina -El... no tenía porque ayudarme... Y no me malentiendas, se lo agradezco pero me sentiría mal si lo he metido en un problema...- Hizo un movimiento con la cabeza ladeando un poco el rostro -... Bueno, se ha ido de las manos cuando él otro lo insultó, parecía que tu chico solo buscaba un pretexto para partirle la cara a alguien...- Dirigió su mirada a quien estaba frente a él y aprovechando que aún estaba escuchando el movimiento en la cocina le vio arqueando una ceja -Parecía un poco frustrado hasta que llegamos a tu puerta...- Dijo un poco más bajo sin estar seguro de si debía decirle eso -Te agradezco que me dejes estar aqui, me iré más tarde, solo esperaré un poco más - Si, necesitaba tranquilizarse, una vez que lo hiciera iria allugar en donde se había quedado las veces anteriores, se encerraría allí, dormiría y se marcharía al día siguiente.

hizo un ademan con las manos como restandole importancia- oh no te preocupes por eso, ese idiota constantemente esta tratando con esta clase de cosas, puede cuidarce a si mismo, es un general, y si eso no es suficiente es el general de el reino de la oscuridad, puede que tenga aire en el cerebro pero puede cuidarce a si mismo- vio en direccion a la cocina sabiendo que seguramente lo estaba escuchando- aunque se ahorraria muchas dificultades si no se metiese en problemas en primer lugar!- levanto la voz para que le escuchara mas claramente antes de volver la vista al otro joven- y bien, ya que te trajeron aqui- levanto una ceja en una exprecion sinica- voy a reformarte- aseguro como si fuese una sentencia.

Escuchó la vez desde la cocina en contestación y el solo miraba a la persona frente a él.
-Cállate Watanade! No tienes idea de l...- Pareció arrepentirse a media frase porque no continuó. Tuvo que tragar saliva e hizo todo su esfuerzo para no parecer asustado con sus palabras. ¿A qué se refería con eso? La expresión sería de su rostro no le dejaba leerlo, pero esa sonrisa decía mucho.

-¿C-cómo piensas hacer eso? -Si, increíblemente le costó hablar, y había que ver que casi siempre soltaba todo sin pensar, a veces por eso también se metía en líos. Pero esos ojos grises mirándole le hicieron sentir escalofríos. Giró el rostro al ver al otro jóven acercarse con taza en mano. Parecía querer decir algo pero cuando dirigió su mirada a él pareció desistir y clavó sus ojos azules en el otro. Lógicamente quería hablar o algo con él, parecía realmente frustrado.

Aless miro de reojo a rix, normalmente no tenia mas personas en su casa, sol,o rix, ahora que ahbia alguien mas podía notar la diferencia, la presencia del otro muchacho no le molestaba, pero habia algo agradable en ver a rix en medio de su casa, se comportaba como si estuviese en la propia y eso le...gustaba, casi se le escapa una sonrisa. Pero volvio al mirada a arisai y su expresion se volvio algo mas "malvada"

-como lo hare? bueno, solo, primero jajaja te gustaria cambiar eso?¿no te lastima este tipo de vida? debes haber conocido al menos un par de malos tipos cierto? te has acostumbrado a ser acosado despues? si te gusta como eres siempre puedes solo venir a esconderte aqui cuando andes cerca- hablo palmeando la rodilla y despues acercadose le quito la taza de las manos al peliverde, bebiendo lo que traia y dirigiendo su mirada a la del otro- y tu, no busques acostarte con el, menos aun bajo mi techo. ¿Entendido?

Arqueó una ceja viendo como le quitaba su taza, pero no dijo nada a pesar de eso. Sólo le escuchó hablar esperando que se la devolviera, apenas y le había dado un sorbo. Todo iba bien hasta que dijo aquello. Eso le hizo acercarse y rodearlo con sus brazos desde ese lado, no se interpuso entre ellos, solo hizo aquello y le miró con reproche.

-No lo traje aqui para eso, Watanade, solo quería ayudarlo... y... - Un ligero y casi imperceptible sonrojo, que probablemente nadie notaría apareció en sus mejillas - No tienes idea del jodido trabajo que tuve que ponerme a mí mismo para no pensar en otras cosas - Se había puesto a entrenar como poseso, a leer todos los libros que habían pasado por sus manos, incluso cuando varios de ellos ya los había leído, había hecho su trabajo con anticipación y se había puesto metas más que extravagantes para mantener su mente ocupada. Le iba a costar aquello -Necesito que te hagas cargo de mi, Watanade... - Le mordió el lóbulo de la oreja y le quitó la bebida de las manos para dar un trago.

Si quisiera haberse llevado al muchacho a la cama, ya lo habría llevado a un hotel y se hubiese quedado allí, pero en su cabeza solo había podido pensar en ir a ese lugar en específico. Tal vez sería mejor darse un baño de agua fría. Le dio la taza a Watanade y se movió yendo hacia la habitación del otro, le tomaría una toalla y una de sus camisas para andar por esa casa. No iba a pedirle permiso.

No me provoques rix- susurro cuando lo sintió morder su oreja, las palabras le llegaron directo de los labios de rix al corazón y despues a su entrepierna, dios ese hombre lo iba a matar, como decia eso sabiendo que habia traído a alguien mas- lo hare- prometió jalándolo y besando sus labios- créeme quen lo haré- dejándolo ir, sin besarlo por que si lo hacia seguramente no iba a poder parar. Lo vio marcharse y suspiro volviendo con Arisai, sentándose a su lado recargo su rostro en una de sus manos.

-perdon oer dejarte de lado, pareces un buen muchacho Arisai y tengo experiencia con la gente a pesar de que soy un ermitaño- extendió una de sus manos y acaricio su pelo- duerme conmigo y antes de que lo pienses en un sentido completamente inocente, no se si lo hayas notado pero el idiota que se acaba de marchar me tiene absolutamente imbécil... sin importar lo increíble que seas solo me interesa el. Duerme conmigo, te dare seguridad, te ayudare a dormir, que dices? puedes pensarlo. La casa es grande y mi neko esta casi siempre aburrido por que nadie juega con el a excepcional de rix cuando viene por aquí. Puedes mudarte conmigo Arisai, si rix te trajo aqui es por que pensó que podía ser de ayuda, puedo cuidarme perfectamente y se que pudo cuidarte tambien- aun acariciando su pelo des preocupadamente.

Le vio como un niño de cinco años miraría a su padre -Ayudarme a dormir? cómo harás eso?- Sentía curiosidad y con que le hubiese dicho aquello ya le había animado lo suficiente -¿Puedo quedarme unos días entonces? No quiero abusar de tu amabilidad...- Pero llevaba varios días sin descansar lo mínimo que debía. Sus manos eran grandes, sus dedos largos y finos, como los de un pianista, eso fue lo que pensó.

-Auqnue no hubieses dicho eso.... - señaló hacia donde se había ido Rix -Tal vez no con palabras pero ha dejado claro eso también... -Escuchó el agua correr, tenía un buen oído, tal vez demasiado bueno -Pero... creo que tendrás qe cumplir lo que acabas de prometerle- Le sonrió ampliamente -Él no estará aquí mucho, ¿no es cierto?... yo que tu lo aprovecharía... porque creo que esa mirada que acabo de ver en él es sin duda una buena señal para tí...

Entonces vio al minino pasar y se le ocurrió algo -Para dormir, muchas veces solo necesito a alguien a mi lado, él puede ayudarme con eso esta noche... ¿Te parece? Así puedes hacerte cargo de él o te pondrá seguramente en una situación no muy ....- Tuvo que callarse, porque aunque habían pasado tan solo minutos, el General de la Oscuridad realmente salió solo con una de las camisas de Alessandro e incluso él no pudo evitar echarle una mirada completa al chico que se acercó sin ningún tipo de pudor hacia ellos nuevamente. Traía el cabello mojado, así que realmente solo había buscado refrescarse con el agua. Arqueó una cej ay clavó sus ojos en Alessandro. Eso era sin duda algoq ue era para no ignorarse. El peliverde sabía lo que hacía y al parecer no podía bajo ninguna circunstancia quedarse quieto. Se levantó y se acercó al gatito, solo para ver si se dejaba agarrar por él.

Se metió a la ducha tomándose su tiempo. el agua le hizo al menos olvidarse un momento de cualquier cosa que estuviese en su cabecita. Se sumergió en la tina hasta que escuchó un maullido cerca de allí. Abrió los ojos y se encontró con aquella cosita hermosa que sin duda era un encanto. Finalmente salió de allí medio secándose el cuerpo con él en brazos . Lo dejó sobre la cama de Alessandro mientras buscaba una camisa. Sonrió de medio lado cuando encontró una cuyo color le gustaba, el que Alessandro fuese más alto ayudaba a veces. Se la puso y volvió a agarrar al minino tumbándose en la cama. jugando con él un rato dándole tiempo al otro de hablar con el muchacho. A él no se le daban bien esas cosas, mejor dejárselo.

Pero estaba demasiado inquieto y terminó por asomarse y cruzar a la cocina por algo más de té. EL sonido del hiel en la taza le gustaba. Cigarrillos, necesitaba uno -Watanade... ¿tendrás un cigarrillo? - Dijo volviendo sobre sus pasos. No sabía a qué hora había perdido los que traía. Últimamente le había pasado seguido. Frunció el ceño llevándose la mano al cabello húmedo -Me siento ansioso sin ellos... - DIjo despreocupadamente mientras era seguido por el gatito.

Sonrió ante aquellas palabras y sin importarle quedarse sin el minino entre las manos -Vamos, yo me veo bien con cualquier cosa...- Se acerca despacio a él jalándolo por el cuello de la camisa -o sin nada...- dejo sus labios sobre los de él sin dejar de sonreír -¿Ansiedad? ¿cuál ansiedad?- Suspiró viendo sus labios. Realmente tal vez toda aquella abstinencia le estaba provocando algo porque aquellos labios le parecían más tentadores que todas las veces que lo había visto antes... o tal vez no... pero aún así solo los rozó despacio con los de él, sin llegar a llevarlo más lejos...