La verdad es una antorcha que que luce entre la niebla, sin disiparla [Kraken]

Recuerdo del primer mensaje :

¿Cuánto tiempo había estado ahora en ese castillo? Le parecía mucho y a la vez poco tiempo. Su propia percepción de ello se había desfigurado de una manera que no sabría explicar. Suspiró. Estaba ahí con una escolta. Ese tipo de cosas eran algo a lo que parecían no iba a acostumbrarse nunca, aunque sabía bien que probablemente algún día le parecería tal vez natural, como si no tuviese una opción más que seguir la corriente de los sucesos que estaban atrapándole en sus aguas.

Hasta ahora, él nunca se había acercado a esa parte del reino. En su infancia, solo había pisado dos aldeas, de una ni siquiera tenía recuerdos, de la que sí tenía era aquella en la que había pasado los primeros años de su vida. No lo había considerado difícil a pesar de sentir que era diferente. Y después... después el mundo se había vuelto una guerra en la que él ni siquiera era un participante real, atrapado en ese laboratorio solo podía notar el horror que había fuera de esas paredes por las mismas personas que intentaban develar un secreto de sí mismo que él no sabía por qué tenía. Esas personas eran su lazo con la realidad. Pero ahora estaba ahí y todo parecía un espejismo.

Aún había tantas cosas mal consigo mismo. Todo ese tiempo en el que su cuerpo fue abandonado para perecer, había causado estragos que nadie parecía notar. Seguro que las personas que le llevaban la comida veían extraño que apenas y probara bocado, pero no podía asimilar los alimentos, estaba acostumbrándose poco a poco. Y habiendo entendido que no había forma de negar a posición en la que se encontraba, se veía ahora consolidando el cargo que le había sido otorgado, sin saber la real razón de cómo es que había sido elegido para eso. Y este sitio, su consejero le había pospuesto aquel momento por unos días, pero si iba a gobernar, tenía que conocer al ejército y al que llamaban Kraken, el vigilante de las puertas del reino. El no creía necesario un ejército cuando necesitaban paz, pero comprendía que el suelo donde se movían aún era inseguro y aunque ya se había reunido con los otros reyes y pensaba que podía confiar en ellos, aún cabía la posibilidad de que existieran más fuerzas que ellos desconocieran, por ello había dejado que el reino siguiese funcionando como había sido. No quería imponerse, pero pondría todo de su parte para que la paz se mantuviese ahora.

Le hizo una sea a la escolta que le acompañaba para que se detuviese y bajó del navío que le llevaba para en la dirección de aquellas puertas. De nuevo bajo el agua, donde no podía ver el azul del cielo de la misma forma que en el exterior.

Quiso ir solo, le había sido dicho que debía conocerle, pero no era una conversación oficial. Hacía poco que se había enterado de su existencia. Estaba nervioso, como cualquier chiquillo que fuese a conocer a alguien de quien le hubiesen hablado de antemano. ¿Y si este ser que iba a ver no le aceptaba como su nuevo rey? Estaba nervioso, no era algo que él hubiese pedido, pero ya no había marcha atrás. El sitio al que llegó era diferente de lo que imagino, no era como el castillo, pero guardaba una cierta familiaridad.

Se quedó quieto, no queriendo invadir con su presencia el lugar, al menos no hasta que alguien se presentara ante él. Byakko estaba con él, el cachorro de tigre no parecía querer despegarse de él.

Para esos momento las lagrimas bajaban de sus ojos sin poder impedirlo o detenerlas, escuchar las verdaderas inseguridades de su señor... le hizo sentir lo humano que realmente era... sentiría el atrevimiento de tocarle , el castigo por tal atrevimiento y osadía, mas le abrazo con la misma fuerza que el rey le estaba abrazando... no alcanza a comprender por que eran las cosas así...

Liam...- murmuro a su odio sin soltarle el veía claramente a su señor podía sentirlo, podía decir que su señor era igual a el... atados a un destino sin desearlo mas haberlo aceptado por que eso era lo mejor, llegando apreciar en donde estaban y lo que asían... el mar era hermoso pero peligroso para quienes no le conocían, su señor era como el mar... por eso fue elegido y lo cierto es que el no podía verlo... no aun, pero lo aria... estaba seguro con el corazón que portaba...su señor lo lograría...poco a poco le fue soltando alzando nuevamente su mano roso el rostro de su rey limpiando esa sutil lagrima...sonriendo al sentir como las cadenas aflojaban un poco mas no le liberaban... ellas jamas le liberaban

No me gusta estar solo, no me gusta nadar solo, no me gustan las cadenas, ni me gustan los castigos...son dolorosos pero nada de esto es culpa tuya liam... soy lo que soy, lo acepto lo acepte hace tanto que no lo recuerdo, no podrá gustarme algunas cosas pero hay cosas hermosas que solo el kraken... puede ver, puede saber... tu eres especial, llegara el dia que puedas entrar a mi mente no es asi? eso fue lo que trataste de hacer hace ratos no?...hay cosas hermosas que solo yo puedo sentir... el poder sentir tu calor... tu tristeza y desesperación... es hermoso... el saber como realmente estas sintiendote... es sorprendente...   por que hablaba de nuevo, por que le tuteaba?...por que el...le vio solo a el...y era tan feliz por ello que  sabia lo que sucedería sabia que su piel seria lastimada y que no tendrían misericordia con el...pero solo por ese dia aceptaria el castigo que le seria dado...

espere tanto tiempo a alguien que fuera capas de verme... era triste la realidad mas cuando... el mismo asesino a quien le fue ordenado con sus propias manos...el kreken no podia enamorarse...

hazme promesa liam... por favor prometeme algo... tampoco podia pedir nada pero...deseaba tanto esa promesa...

Prometeme que... seras tu quien me haga dormir eternamente...lo que pedia era demasiado...el tendria mucho siglos mas de vida...pero...ya no deseaba continuar...estaba tan cansado... el prometio volver a sus brazos... pero han pasado tantas vidas...que dudaba reconocer a ese ser que amo con tal debocion como amaba a su rey...

No contestó, escuchó sus palabras, pero fue incapaz de contestarlas. Todo parecía tan injusto, y no hablaba por sí mismo. Habiendo aceptado lo que el consejero le había dicho el día que despertara en el castillo, las cosas le parecían difíciles, diferentes, pero estaba bien con ello. Sus dudas estaban fundadas en algo más simple, un deseo que le parecía egoísta. Pero toda alma poseía algo similar, estaba seguro de eso.
Le parecía injusto, porque si fuese por él, no existirían esas cadenas, porque él no quería un ejército, no quería una guerra, pero todo era tan frágil.
Escuchar su nombre le había tranquilizado un poco, pocos le llamaban por su nombre. No le dijo que no lo había intentado, que había querido entrar en su mente, pero no lo había intentado siquiera, algo lo había detenido, no le gustaba, pero conforme pasaban los días, podía sentir que podía controlarlo, como no lo había hecho en el pasado.
Respiró profundo -Deberían ser capaces de verte... -No era porque no pudiesen, era porque había cosas que se habían vuelto lo que eran. La mayoría no sabía que él podía ver a través de sus pensamientos apenas con desearlo. Si lo supiesen, no sabía qué pasaría. Los más cercanos se habían mostrado sorprendidos, pero eran tan leales que no habrían podido asustarse de él, de alguien que no emitía el aura de alguien que quisiera dañarlos.
Liam sintió un vuelco ante la idea, esa clase de promesa ... -¿No es un poco injusto? -Se rió ligeramente, como lo había hecho antes -¿Por qué debería hacerte dormir eternamente? - No lo entendía, había creído que el Kraken era como cualquiera de ellos, con habilidades, con un lapso de vida diferente, pero no algo con lo que debiese buscarse un final como ese.

Y la idea cruzó en su mente como una especie de entendimiento, pero le observó al momento de pasar su mano sobre el rostro ajeno -Si hubiese tomado tu gema antes... ¿habría pasado esto? -Suponía que no, pero tampoco habría llegado a escuchar palabras como aquellas de sus labios. Era sinceramente complicado -Puede que no sea alentador... No soy tu amo, no quiero ser algo como eso... -Puso su mano sobre el pecho ajeno -Pero tomaré tu gema... y seguirás sirviendo a este reino... como lo haré yo... te protegeré como tu lo has hecho con este lugar... - Era una respuesta a su petición -Probablemente no es la mejor respuesta... No sé si seré capaz de hacerlo... -Le pedía pensar en algo que no quería hacer -... pero prometo que estaré ahí ... y dejaré que todo fluya como deba ser... - Y aquella serenidad volvió a él tras decirlo. Liam solía parecer inexpresivo, o parecía no comprender muchas cosas, pero tampoco sabía mentir ni podría negarse a una petición si se lo pedían de esa manera.

Era gracioso e irónico, pensar que podría tener que dejar de ser quien era para lograr su objetivo. No era capaz de matar a nadie, eso lo sabía, no era capaz de tomar una vida en sus manos, pero las circunstancias siempre podían guiar tus pasos. Lo sabía bien.

Byakko se removió acariciándose contra ellos, ronroneando ruidosamente. Liam cerró los ojos -¿Eres capaz de verme también? Me alegra... -El peso que había sentido antes, parecía disminuir.

Sus palabras realmente le llegaron a su bacía alma, el rey era un ser único en ese mundo, no... no era único, pero si era el legitimo rey, eso era lo único que bastaba, era joven un niño apenas, pero con pensamientos tan profundos, de solidaridad para con gente que no conocía, que posiblemente no conocería jamas o cruzaría alguna vez palabra con ellos... mas su esperanza era algo que lograba quitarle el aliento, pedirle que le durmiera había sido una forma elegante de decirle que le matara, mas su promesa le daba la tranquilidad de que un dia moriría... pero...no lo aria solo, no lo aria solo, liam estaría ahí con el... seria agradable irse con una de sus inusuales sonrisas...


Tomo su promesa joven Liam- mas estaba seguro que seria la única vez que podrían hablar así... después el tendría que exigir alguna respuesta, o...alguna historia para satisfacer futuras dudas... 

Lo animales suelen ver mas de lo que usted piensa joven liam, no es malo ser mi señor, ni convertirse n mi amo, se... que no abusara de ello, puedo decir que también se que no me ara hacer cosas que usted considere atroces... estamos en tiempo de una paz efímera... pero... deseo que siga así. - como su rey seguramente deseaba... mas... tras entregar su gema... el veria todo levemente nublado... si la capasidad o necesidad de decidir por si mismo...

podriamos...podriamos en un futuro... volver hablar joven liam?...eso era posible... si lo era...seria un sueño para el...hablar con alguien que no fuera una criatura marina seria agradable, escuchar el sonido de otra voz, tambien seria agradable... tal vez... solo escucharle... seria suficiente... realmente el... deseaba que el rey volviera a verle.

-No entiendo lo que dices... -El no veía diferencia alguna, incluso si tenía a Byakko consigo, era más su compañero, el amigo más cercano que podía tener. Claro, no era exactamente lo mismo, poder hablar con alguien.

-No haré nada, incluso si me veo en condiciones de poder hacerlo... - Eso era un hecho. Lo demás le parecía más complejo -Volveré, cuando me sea posible... no solo una vez... vendré todas las veces que pueda.... -Incluso si no fuese a ser lo mismo que ahora, iba a prometer eso.

Le sonrió de la mejor forma que pudo, era lo que podía hacer por él, por ahora. Lo que sabía estaba en sus manos.

Sonrió por esas palabras mas le vio fijamente a los ojos, era diferente, era como si el no pudiera ser el mismo, aun así... le sonrió mas por que sabia que era el momento de entregarle su gema, mas por que sabría que se quitaría esa sensación de tener que pensar por si mismo, mas por que le diría a dios a su corazón... de nuevo junto a su voluntad.

Espero verle de nuevo alteza...- esas fueron sus cortas palabras con una sonrisa realmente honesta en sus labios mientras tocaba su pecho, era hora de decirle adiós, pero esta ocasión su gema había optado por la forma de un hermoso anillo... isa su alteza tendría pleno control de el en el momento en el que quisiera... mas por que era el símbolo de que el kraken le obedecería siempre..

vuelva por otra historia mi joven Rey...

Liam observó el anillo con gesto dubitativo. No le gustaba pensar enesto. BNo tenía idea de lo que se sentía hacer algo así... Probablemente nunca lo sabría. Miró alrededor como grabando en su memoria lo que sus ojos veían. - debería haber otra forma... - murmuró acercándose y dándole un suave y ligero beso en la mejilla. Vendré de nuevo... - aseguró viéndole. - no hay algo que quieras decirme ahora? Cualquier cosa... Alguna petición diferente, tal vez algo más simple que pueda otorgarte... - estaba un poco renuente aun a pesar de tener el anillo esperando que lo tomará. Acercó su mano sin tocarle aún. Byakko ronroneo y dio vueltas alrededor de ambos.

decir? que mas podría decirle, todo estaba tan claro para el, no comprendía por que a su nuevo señor le era tan difícil tomar su gema... su alma era tan clara que le impedía esclavizar de esa manera a alguien, si alguien como el hubiera existido hace siglos... tal vez... tal vez no tendría sus manos manchadas de tanta sangre... era tan cálido... ese sentimiento...

Gracias...- solo podía decir eso... no podía decir nada mas no había razón para alargar el sufrimiento e incomodidad de su señor con esto tan insignificante... solo era una gema extraña para el... que...de algún modo, carecía de sentimientos asía ella...

Le entrego mi gema con toda mi alma... mi joven rey, cuide bien de ella... que yo cuidare bien de lo que usted ame y desee proteger...- una sola sonrisa...una sola sonrisa sincera le mostró, sincera y segura de lo que asia... el tiempo se había acabado.

Suspiró con cierta resignación, aunque la sonrisa no desapareció de su rostro.
-Entiendo... - Cómo lucía en ese momento, con esa expresión sincera y amable en su rostro, le hizo desistir de decir algo más.
-Este reino es lo que debes proteger... -Eso era todo lo que podía decir, no importaba si él era alguien a quien fuese a servir, por sobre sus deseos personales siempre estaría el reino. Sin importar lo que sucediese sería de ese modo. Deslizó sus dedos tomando el anillo, por un instante, al sentir el roce con el metal, cerró los ojos. Era la primera vez que alguien le ofrecía algo como aquello. Y no sabía qué sentir al respecto. No estaba conforme, algo en él se removía al llegar a eso, pero sabía que debía hacerlo. Era parte de las cosas que debía hacer ahora, con eso intentó quedarse en paz.

Cuando el objeto estuvo en sus manos volvió a abrirlos y finalmente se lo puso, no había forma, lo cuidaría, no podía más que atesorarlo por lo que representaba. Aún cuando no pudiese hacer nada más por él.

En cuanto ese gema estuvo en manos de su rey cerro sus ojos... una parte extraña en el se había ido, era como estar en completa ausencia de su ser, como si observara todo desde una tercera persona mas afirmo ante las palabras de su señor, sus cadenas se desvanecieron mas no los grilletes... eso se habían quedado firmes como si fueran brazaletes, mas no le volvio a ver a los ojos... se quedo inclinado, con una rodilla en el suelo... claro signo de sumisión ante su amo... ese era su lugar lo aceptaba...

Como usted ordene su alteza, vuelva con cuidado al castillo...- fueron sus palabras frias  suaves y carentes de emoción alguna... el Kraken había vuelto y Theron Bloom había vuelto a dormir en su gema.

Había pensado por un momento, que las cosas no tenían porque ser de esa manera. Él nunca había visto tal cosa por sí mismo. Y la tristeza que le embargó cuando él contestó aquellas palabras fue algo tan intenso que sintió aquella aprehensión y cerró los ojos, maldiciéndose mentalmente por haber aceptado aquello.

-Lo haré... - Contestó y sintió su voz quebrarse en tan corta frase. Le observó con esa expresión que delataba su propio sentimiento. Aquello le dolía. Él no quería hacerlo y sin embargo ahora lo hacía. Había tomado algo de él y sentía una carga que minutos antes pensó no sería de tal magnitud.

Si tan solo fuese un niño, pero no lo era, debía mantenerse, no debía demostrar lo que sentía en ese momento, si lloraba ¿Qué pensaría él? ¿Qué sentiría al verle así? -Regresaré... y algún día te libraré de toda cadena o atadura... -Su voz era apenas un murmullo, como si dijese eso para sí mismo, como una promesa hacia su propia existencia. No solo esos grilletes, lo liberaría de ese 'destino' que ahora estaba en sus manos. ¿Había una forma de devolver esa gema a su propietario? No lo sabía, nunca había escuchado de tal hazaña.

Escuchó algo, vio a las sirenas, pero no se movió -¿Podrías no arrodillarte ante mi? - Pidió con aquella voz neutra, calmada que casi siempre mostraba. Razón por la cual muchas veces era difícil darse cuenta por sus expresiones de lo que sucedía en su interior. No le gustaba eso, no era alguien a quien debiesen tratar de esa forma. O tal vez no era lo que él quería.

El le vio fríamente desconcertado como si las palabras de su amo fueran una cosa insólita para el mas obedeció, su orden fue dada, mas su señor seguía ahí, debía irse o quedarse?, su señor no era demasiado claro con lo que el debía hacer... el sonido del canto de las sirenas fue lo suficiente para llamar su atención distrayéndose... se oigan alejadas, tristes... mas no se acercaron... todo era ya normal para el, era como si fuera el mismo de nuevo, el tenes esa gema era raro lo desconcertaba e incomodaba...

Mi señor si no le molesta volveré a mis obligaciones, necesita algo mas?- pregunto monotonamente sin emoción alguna o su voz... todo tan indiferente... tan vació... tan frió.

Se preguntaba si así debía ser. Si debía dejar de pensar en la forma en que lo hacía. Era la primera vez que se sentía de esa forma, como si se hubiese equivocado, como si todo estuviese mal y lo cierto es que la única vez que había sentido eso antes había estado atrapado y solo quería sobrevivir.
-puedes volver... - respondió con voz apagada. El tono distante en su voz le hizo estremecer, apretó los labios evitando decir algo más. Byakko se acercó a él como intentando reconfortado. Era consciente de que no debía dejarse llevar, y mantendría la calma así tuviese que guardarse todo aquello.
-volveré a verte... - dijo sin mucho ánimo enderezandose, con aquel porte correcto que parecía el adecuado que se adecuaba a lo que querían que fuese.

Como usted desee mi señor- fue lo único que dijo para deslizarse sobre el agua llegando a esas dos grandes puertas, pero no se pare frente a ella sino que este se fundió con ellas, indiferente a todo lo demás, al canto de las sirenas o ala frialdad del agua solamente se pudo apreciar el emblema del kraken sobre esas  grandes puertas cerrada... su orden, volver a sus obligaciones, cuidar del reino y obedecer a su señor... no habia nada mas que pensar o que hacer... mas antes de fundirse completamente en ella, vio a su señor y le sonrisa con suavidad como si una parte de el, estuviera consiente de lo que pasaba mas esa sonrisa... fue suave, tranquila y hasta se podría decir que calida...

Permaneció de pie en aquel sitio viéndole marcharse. Suspiró sin mas cuando lo vio tan cerca de la puerta. Sus ojos azules parecían esperar a que desapareciera antes de hacer cualquier cosa.
Y aquella sonrisa le hizo quedarse perplejo por un instante. Cuando rreaccionó se inclinó en una especie de señal de respeto - gracias... - susurró. Pero aquel encuentro le había mostrado algo de si mismo u de lo que tal vez debía evitar. Sonrió apenas visiblemente y dio la vuelta para volver con los guardias. Su paso era seguro y firme aun con lo que podía estar pensando. Debía dejar sus dudas fuera de esto, por el bien del reino.