Te odio, de verdad... {Alessandro, posible +18 ^^'}

Se había levantado a buena hora, bañado, tomado el desayuno y dado leche al minino que aun no tenia nombre, la mañana habia pasado de lo mas tranquila y justo cuando creyó que seguiría así, alguien toco pateo su puerta, no necesitaba ser adivino para saber quien era, asi que se levanto, aun estaba descalzo y con la camisa fuera de sus pantalones pero estaba en su casa, podia vestirse como le diera la gana, con pesadez abrio la puerta y conformo sus sospechas, el sujeto aquel estaba parado frente a su casa y nada mas abrir se habia adelantado un paso hacia el, seguramente para evitar que le cerrara la puerta, aunque el aprovecho para torcer una sonrisa y levantar un poco el rostro sin apartar la mirada de el.

-tranquilo stelam, se que me deseas y mueres por mi, pero no tienes que arrojarte de esa manera hacia mi- su sonrisa era de pura arrogancia, ese muchacho estaba acostumbrado a tener tanto a hombres como mujeres besando el suelo que pisaban, era un chico arrogante y orgulloso y a el le crispaba los nervios, solo ser arrogante no era un problema, el verdadero problema residía en que tenia bases para su comportamiento, se sentía irresistible, pero con la lista de amantes que le precedía no había mucho que objetarle, mas sin embargo, seguramente ninguno de sus múltiples amantes lo habia visto como lo había visto el, enojado, gritando, rodando por el suelo con un pequeño gatito o durmiendo sobre un tigre como si fuese un muñeco de felpa... de alguna forma...eso le hacia sentir bien, por que el señor irresistible, solo con poner un pie en su casa, no era mas que un niño caprichoso.

Ajeno a la hostilidad entre dueño y visitante, el pequeño gatito salio de entre los pies de alessandro, maullando y reconociendo al sujeto que a menudo jugaba con el, maulló y se se acerco a los pies de el peliverde acariciando sus orejas con los tobillos ajenos, quería mimos y su esclavo No. 2 había llegado. El No.1 ya se había encargado de darle de comer así que ahora quería jugar, que le rascaran la panza que le acariciaran las orejas... mimos y mas mimos.

Aless levanto una de sus cejas ante el tono infantil del hico y cuando este se adelantop y le sonrio con coqueteria, rodo los ojos haciendose aun lado- tanta dulsura era dificil de creer-nunca habia dado esplicaciones de por que lo dejaba entrar, de por que no hacia nada por apartarlo o porque habia dejado de viajar en los dias en que el chico usualmente iba... ahora solo conseguia sus librois a lugares que estuviesen accesibles, la bi blioteca real tambien lo entretenia, durante la guerra poco era el tiempo que le habia podido dedicar a las cosas que le gustaban, asi que de momento no habia la necesidad de salir de viaje... pero bueno, cuando fuese necesario ya se lo comentaria al peliverde... Habia entrado a la casa y caminado hacia su sillon favorito para seguir leyendo cuando... sus pensamientos le sorprendieron a si mismo, por que diablos estaba pensando en darle explicaciones al muchacho? suspiro y se sento, aunque cerro el libro y solo se le quedo viendo a rix.

-parace que en vez de un gato hubiese adoptado dos- sonrio arrogante desde su sillon viendo como el gatico buscaba jugar con el ya conocido chico para el, dado que el no lo hacia realmente el minino ahorraba sus energias para cuando aquel estraño muchacho aparecia... no era mentira que desde que tenia al gatico parecia que la gente se sentía con el derecho o la autorización de acercarse a el, ya había mas de un muchacho y muchacha que se le habían acercado, preguntaban por el minino que como se llamaba que de donde lo había sacado...si antes salia poco de casa ahora estaba casi recluido. Por supuesto a pesar de el repentino acercamiento nadie mas que el sujeto frente a el se atrevía a ir a meterse a su casa... lo que le estaba dejando en serios problemas... Era un hombre, nop un monje, usualmente tenia alguna relacion relámpago una vez por año para saciar sus deseos, pero hacia ya casi dos años que no tenia nada que ver con nadie... cuando las relaciones con los otros países habían comenzado el estaba pensando buscarse a alguien, después había estado ocupado con el trabajo, después había conocido a alguien que había deseado nada mas ver... pero era mercancía prohibida.... después había conseguido a su gatico y aunque le traía problemas el minino le gustaba... y aunque se resarce a admitirlo... gracias al gato... tenia acceso a un espectáculo que nadie mas tenia... Al implacable y sexy general de el reino de la oscuridad rodando por su sala...

El gato habia comenzado a transformare en un enorme león blanco poco despues de que rix apareciera en escena.... aless suponia que era solo por jugar, no tenia idea de que especie de felino era aquel pero habua algo grato en todo aquello, sonrio para sus adentros cuando el gato se lanzo sobre rix volviéndose leos y tirandolo al suelo, jugueteando logrando que el vientre de el muchacho quedase al descubierto y sus cabellos verdes alborotados... el rostro acalorado... Aless lo observaba con seriedad, con aparente frialdad y desapego... pero por dentro...solo deseaba joderselo de una maldita vez...

Alessandro permaneció impasible mientras lo observaba, levanto una ceja en respuesta, pensó en apartarlo, en darle algún comentario ácido, pero cambio de idea... ladeando el rostro sonrió con la frialdad que siempre reflejaban sus actos, así sus ojos se encendieran con una poasion extraña cuando los asuntos se trtaban de aquel muchacho impertinente.

Relajándose en su sillón observo al chico que coqueteaba con tal descaro, justo como lo hacia con todo aquel maldito buen trasero que pasara frente a el- un gato eh?- una de sus manos viajo hasta la oreja izquierda de rix, acariciando con sus dedos largos, como si fuese un minino- yo se lo que los gatos creen... tan bien como tu... pero, tu lo sabes cierto? no importa lo que crean... al final solo hay un amo, mi gato depende de mi, vive para mi y por mi... es de mi posesión... entera y absolutamente- su voz había empezado a tomar un tono mas lento...bajo al tiempo que la caricia se desplazaba por su mejilla, hasta su mentón, dando roses bajo su barbilla, lentos y largos- vamos minino... ronronea para mi- ordeno sonriendo con absoluta satisfacción y arrogancia- sube a mi regazo y ronronea... que tu amo te dará leche para hacerte feliz...- había mas de un sentido en todo aquello pero si rix quería jugar con el iba a topar con piedra.

Ese muchacho si que podía ser atrevido, se había lanzado sobre el sin la mas mínima preocupación... sintió algo de enfado al notar como los labios atrevidos se posaban sobre los suyos, para el chiquillo apenas y significaba nada, podía restregarse de aquella manera contra cualquier jodido cuerpo decente que pasara frente a el... echando la cabeza un poco atrás sonrió dejando que el chico siguiese acariciando sus labios... era tentador, pero ya estaba por terminar. Sin pensarlo dos veces tomo sus caderas en sus manos jalándolo hacia el, abarcando su trasero en sus manos de forma posesiva e insinuante. La respuesta fue inmediata, el muchacho se había apartado como si su toque le quemara, mirándolo con perplejidad, era obvio que no esperaba que reaccionara. Un remolino de ira curso por todo su pecho aunque su rostro permaneció impasible.

- asuste al gatito?- su sonrisa era tan fría como su mirada, aunque lo había planeado un rechazo semejante le hacia hervir la sangre, lentamente se levanto del sillón acercándose al joven levantandole el menton con los dedos- no deberías jugar cuando te asusta tanto quemarte chiquillo- soltó con soberbia- tomare una siesta, cierra la puerta cuando te vayas- hablo tomando una salida rápida antes de que su firme auto control se quebrara- hay leche en la cocina para mi pequeño- agrego agachándose a acariciar la cabecita del nuevamente gatito antes de subir las escaleras a la planta alta, a su habitación, incluso el estudio estaba demasiado cerca en esos momentos, subía la escaleras cuando agrego- el otro gato puede buscar entre las callejuelas la asquerosa comida que tanto le gusta, seguro no tendrá problemas en encontrar- dirigiendo una mirada helada al peliverde antes de seguir su camino.

Entro en su habitación viendo la enorme cama digna de su tamaño, soltando aire camino a ella dejándose caer... por un segundo se había excitado como nunca...maldito jodido chiquillo estúpido... Tendría que bajar después... ni siquiera tenia sueño y todos los libros en esa habitación ya los había leído... solo esperaba que ya se hubiese largado para entonces... últimamente mantener su impasible y frió carácter era mas y mas difícil.

Escucho el ligero sonido de la puerta y maldijo para sus adentros, ese niño era estúpido o que? como carajo venia a meterse a su habitación después de lo que había pasado? la cama estaba tan cerca y la tentación tan grande... tomo aire y cuando lo noto el chico ya estaba sobre el, maldita sea... podía notar su aroma y su calor sobre su cuerpo.

- no soy yo el que salio corriendo- contesto mirando aquellos ardientes ojos azules... solo esos ojos le quemaban como el infierno, asi que mejor cerro los propios- el sentimiento es mutuo stelam- contesto intentando mantenerse relajado, cerrando los ojos para no verle para no desearle, se mantuvo así, con las manos tras la cabeza, como si no le diese demasiada importancia ala posición que el chico había adoptado- asi que... por que vienes a la cama de este detestable hombre? - sonrió burlon- quieres que te toque un poco para poder salir corriendo?

Con una sonrisa que no denotaba la menos alegria levanto una ceja mientras una de sus manos iba desaciendose de la ropa descuidadamente.

-ah no? entonces si te suelto no saldras corriendo como una señorita virgen?- estaba intentando contodas sus fuerzas mantenerce serenop, pero ese imbesil bajo el tenia la habilidad de poner sus nervios y sus emociones de punta, con ese maldito cuerpo probocativo y aquella actitud infantil mientras jugaba con su gato, cuando le gritoneaba insultos era una vision muy diferente del hombre que sabia que era... del maldito imbesil que iba por la vida jodiendose cuanto pudiese...

Dejo el torso del joven descubierto y paso sus dedos por el vientre plano, sintiendo la piel inexplicablemente suave- deja de venir a mi casa...-hablo por fin despues de un corto silencio- no quiero tu manoseado trasero meneandose por toda mi casa...-ahi estaba acababa de decir algo sin sentido y ligeramente cruel debido a la frustracion. Acerco una de sus manos a las esposas y con un click, las manos del peliverde estaban libres- escucha a lo que te digo- advirtió levantándose de la cama y abriendo la puerta de su habitación- o la próxima vez, me olvidare de hacer las cosas "bien" y no creo que te guste estar abajo- eh ahi lo frustran te del asunto, a pesar de no agradarle al peliverde, sabia que si era solo sexo el muchacho participaría encantado... pero a el no le venían las jodidas casuales... asi que al menos tenia una manera de que rix no considerase siquiera coquetearle de nuevo, estar abajo, dios sabia lo lo ponían cada uno de los gestos del muchacho, se había vuelto bueno disimulando sus deseos pero comenzaba a hartarse de tener que bañarse tanto- o al menos abstente de entrar en mi habitacion...- ahi estaba... dejando que su lindo gato mantuviese cerca al que aun no atrapaba.