Double Trouble {Libre - Arideth}

Estaba esperando por su hermana, habían elegido encontrarse ahí porque él prefería que fuese fuera del reino del fuego y porque su hermana quería conocer algún lugar por ahí cerca según había dicho. estaba tranquilamente sentado leyendo un libro que le habían regalado hace poco y estaba a punto de terminarlo, así que no se había dado cuenta del tiempo de retraso que ella llevaba. Y aún cuando hubiese sido así, no se hubiese marhado, estaba totalmente seguro de que ella legaría en algún momento. Aunque no era exactamente paciente, no tenía problema en estar ahí, después de todo se había tomado un tiempo libre y era su hermana, que a pesar del tiempo separados, aún adoraba como a pocas cosas.

Cerró el libro pesadamente guardándolo en el bolso que llevaba junto con un cambio de ropa. Alzó la mirada viendo que había más gente que cuando había llegado. Había niños corriendo y jugando por ahí. Se quedó observándolos y un asomo de sonrisa adornó su rostro por un momento. Esos chiquillos tenían suerte, la guerra había terminado y podían andar por ahí libremente sin preocuparse ahora. Se apoyó en sus brazos haciendo su cuerpo hacia atrás. Estaba sentado bajo la sombra de un árbol. Ese lugar era totalmente diferente del sitio en el que él vivía.

Eran los primeros meses de su viaje y ya había encontrado bastantes cosas interesantes de los otros reinos, las culturas extrañas eran buenas sin embargo los extranjeros seguían poniéndole nervioso así que para evitar cualquier clase de acercamiento innecesario entre la gente cada vez que llegaba a algún lugar disfrazaba su apariencia para parecerse mas a la raza que correspondía el lugar, sin embargo ahora mismo regreso un tiempos solo para saludar a su familia y seguir su camino, el nerviosismo era terrible en su estómago, en el tiempo que estuvo fuera su apacible ciudad se lleno de extraños, de extranjeros que llegaban a comerciar o de visita

- Ahora qué hago??-se preguntó aun cubierto con las ropas típicas del reino del agua las cuales cubrían la gran mayoría de su cuerpo, avanzo lentamente entre la gente mientras un grupo de niños que corrieron a su lado le empujaron haciéndole caer junto con su pequeño saco de terciopelo- Cuidado!!!!-grito por impulso parándose rápidamente mientras se encontraba con una mirada extraña delante suyo, seguro que esa persona era extrajera porque no le conocía y en aquel lugar no había nadie a quien no reconociese de buenas a primeras

-¿Estás Bien? - Preguntó sonriéndole. Ni siquiera se había movido para ayudarle, pero no le había dado tiempo. Estaba distraído, vio lo que había pasado y cuando quiso levantarse el otro chico ya estaba de pie.Dejó sus cosas en donde estaba sentado para ponerse de pie con algo de lentitud. Había estado así largo rato y se estiró cuál lo hace un gato mientras le veía fijamente.

Observó sus ropas y puso cara de confusión durante apenas un segundo -Vienes del reino del agua?- preguntó sin poder evitarlo. Normalmente no prestaba atención a eso, dado que él siempre andaba de un lado a otro y en realidad era quien estaba fuera de lugar. Pero por alguna razón, sin saber si era la ropa o el propio chico algo le daba curiosidad y cierta tentación de saber un poquito más. Por un segundo se olvido que es lo que hacía ahí. Creía haber escuchado que había dicho algo un momento antes, pero no estaba seguro.

Aibara ladeo la cabeza sorprendido ante la voz que lo llamaba, de todas las cosas que le pasaban en el día a día esta era de las menos esperadas pero también de las más frecuentes, se miró a sí mismo y pensó que tal vez, y solo tal vez se veía un poquito llamativo metido entre toda esa retahíla de telas extranjeras

- Si estoy correctamente-contesto limpiando sus ropas para después levantar una ceja “estoy correctamente?” pero qué demonios dijo, vaya que estaba medio perdido entre todo ese mundo de personas, hablarle a los elementales que no eran luz siempre le dificultaba la movilidad de la lengua-Si así es, del reino vengo…-hablo sin darse cuenta y nuevamente puso cara de “pero que demonios!!!” se estaba trabado el solo y de una manera estúpidamente ridícula- Vengo del reino del agua-corrigió esta vez sintiéndose satisfecho, en realidad que viniese de ahí no implicaba que fuera nativo del lugar

Lo escuchó sin inmutarse mientras respondía, pero después de que el otro diera la última de sus contestaciones no pudo más que reír -Bueno, me alegro que estes bien - dijo cuando pudo parar, no había sido mucho lo que había durado aquella risa, pero no quería que se ofendiera.

Primer paso, ya le había caído bien, aunque hubiese sido amable de todas maneras, al final era una diferencia que se vería en su comportamiento en algún momento. Le extendió la mano en forma de saludo -Mi nombre es Arisai... Soy del Reino del fuego- dijo sin rodeos, acostumbrado a ello, solo para no preocuparse en mentir y poder echar abajo en algún momento lo que dijese -¿Cómo puedo llamarte?- No preguntaba por su nombre, solo por una forma que pudiese usar para dirigirse a él. Le había tocado un par de veces con gente deconfiada que parecía no querer decir su nombre real así que había agarrado por costumbre preguntar de ese modo cada vez que conocía a alguien -¿Estas nervioso o algo?- Preguntó divertido. No se iba a quedar con la duda después de lo que había visto.

Sus asuntos siempre fueron sus asuntos, en especial porque contaba mucho trabajo que alguien mas comprendiera aquel oscuro ático que tenía en la cabeza, siempre le molesto que los demás se rieran de el pero comprendía porque lo hacían, bueno en realidad la mayoría de las personas que lo hacían eran gente buena y no se burlaban con el afán de hacerlo sentir mal ni nada pero eso le que quemaba mas la cabeza, el tipo enfrente suyo le hizo enojar porque no podía enojarse al escuchar su risa tan sinceramente amigable, lo mirón unos segundos con la duda marcado en su fruncido seño

-Bueno me llamo Aibara pero me dicen …y puedes decirme Aiba solamente- contesto estrechando la mano de el ahora no tan extraño Arisai, se comportó calmado aun cuando por dentro estaba a punto de vomitar debido al nerviosismo de estar tocando a otro elemental, que además era básicamente de otra raza, y además rodeado de extranjeros y de mases los cuales podrían saltar sobre el en cualquiera momento y comer su carne hasta poder lamer sus huesos… ok ahora recordaba porque salió en aquel viaje para “reencontrarse” a su mismo, se había pirado…si se volvió un completo descocado-No se pues….-frunció un poco el ceño nuevamente, al mencionar que estaba ahí el nerviosismo se hozo evidente- [color=yellow]Ya cómodo sabes, con los pinos de…-repaso en su cabeza lo que había dicho-Cual era la pregunta??-pregunto levantando la mano inmediatamente

-Aiba... entonces... -Se le quedó viendo como si eso le dijese que decir a continuación. Era la primera vez que conocía a alguien que hablara de esa forma tan peculiar -¿La pregunta? Si estabas nervioso? - De nuevo le sonrió, en realidad no era necesario que respondiera -¿Eres de aqui? - A qué venía esa pregunta era un misterio para él, pero si le veía no podía determinar a qué reino pertenecía. Tal vez era el hecho de que él mismo no pasaba de ir de un lugar a otro lo que le hacía pensar que el no era del reino del agua, según su vestimenta. Desvió la mirada, eso no era de su incumbencia, tal vez, pero sus impulsos eran difíciles de detener -¿Hacia dónde te dirigías? Yo estaba esperando a mi hermana, pero...-Repasó los alrededores con la mirada. No, ni rastro de la chica. mira que le gustaba llegar tarde.

La última vez le había hecho esperar, pero no del mismo modo. Tal vez tendría que considerar ir a visitarla hasta el reino del viento en lugar de citarla en otros lugares totalmente diferentes o alejados de los hogares de ambos. No es como si estuviesen ocultándose. Se le había quedado como costumbre o algo. Bueno, él nunca estaba en su casa de todos modos. Regresó su mirada al otro muchacho ladeando el rostro.

Aiba asintió con aprobación al escuchar al muchacho pronunciar su nombre, sonaba correcto con todos los acentos donde debían y el tono adecuado al pronunciarlo, extendió las manos hacia adelante como tratando de aligerar del paso de la conversación mientras asentía frenéticamente

- Si nervioso, así es mi…digo yo estoy, así, tu sabes… de esa manera-se sintió con ganas de darse una bofetada a si mismo por dudar tanto al hablar, antes no se le daba mal, de hecho, aun no se le daba mal sin embargo, era un buen hablador cuando estaba solo o con algún objeto inanimado interpretando el papel de su interlocutor de modo que encontrarse de frente con algún elemental le intimidada principalmente porque estaban vivo y respiraban- Si…y me dirijo a casa de mi familia - ok eso salió normal de modo que Aiba se sintió orgulloso de sí mismo por unos segundos antes de sentirse patoso como un rábano ante cualquiera que lo mirase directamente por más de dos segundos lo cual sucedía a menudo- Que mirar…Miras-comento girando el rostro tratando de buscar algo interesante a sus espaldas, rogo para sus adentros que no tuviese nada que ver con el y su imposibilidad de hablar en publico

Le mosqueaba un poco que los demás notaran lo que evidentemente sucedía con el de modo que aunque pregunto esperaba que el mintiese descaradamente, frunció el ceño tratando de no comenzar a brillar, ocurría cuando sus emociones se disparaban lo cual era bastante seguido por lo que le resultaba difícil cambiar su raza, claro que le funcionaba bien últimamente

Hizo un movimiento circular con el dedo índice sin despegar la vista de él. Era lógico que lo notara, además si ya lo había hecho no tenía por qué desviar la mirada -Tu forma de hablar es realmente curiosa, pero solo estaba viendo tu rostro - Dijo con simpleza -Los rasgos de tu rostro son algo no muy común de ver, si se me permite decir - De todos modos ya lo había dicho. Lo de si estaba nervioso lo había preguntado más por hacer plática que por otra causa y por ver como se expresaba, pero ahora queparecía que era algo que seguiría así su atención se fijaba en otras características que encontraba en él. Además el era un inconsciente a la hora de hablar y podía que en cualquier momento dijese alogo que no deberia decirse en voz alta, según él no lo había hecho hasta ese momento, por lo cual aún estaba tranquilo.

una sombra que le cubrió le hizo levantar el rostro viendo un rosto que conocía, si, a pesar de ver su rostro cubierto en sombras, ese cabello y la silueta eran suficientes -Arideth... has tardado demasiado - dijo casi de inmediato. Sin esperar respuesta de su parte vio al joven frente a él -Ella es mi hermana - señaló a la chica como si eso no fuese poco educado. Sintió el manotazo y la retiró -Él se llama Aiba - aunque se dirigía a ella no se molestó en girar a ver su rostro, irguiéndose -Bueno Arideth... Aiba... ¿Qué dicen si les invito alguna bebida y platicamos.... o algo... un rato? - No le dio tiempo al otro como para negarse antes de agegar -No conozco mucho por aquí ¿Pudes llevarnos a algún lugar que conozcas? - Le sonrió colocándose a un lado de la chica y con una sonrisa más pronunciada en sus facciones.

Había localizado a su hermano apenas le había visto a lo lejos, le había visto ver a todos lados un momento antes y supo que le buscabaon la mirada. Se había escondido para que no le viera, quería sorprenderlo, parecía que charlaba con otro chico, bueno, eso le daría la oportunidad y fue entonces que se acercó a paso ligero hasta quedar tras él pero se decepcionó un poco al ver su poca reacción al vere -No digas eso Arisai... soy una chica, puedo hacer que esperen por mí....- arqueó ligeramente - esta bien, lo siento, eso solo cuenta con los prospectos a pareja no contigo - Observó al muchacho que le presentaban y sonrió extendiéndole la mano

-Mucho gusto Aiba- Espero que mi hermano no dijese nada extraño y si fue así discúlpalo, tiene un mal hábito con eso- Eso era como desquitarse porque no se había inmutado a su llegada, pero por la poca reacción en Arisai eso tampoco tuvo mucho resultado. Escuchó la propuesta y sonrió, si, le gustaba la idea. Sin importar nada, le gustaba que le invitarán, así fuera él quien lo hiciera y no le molestaba tampoco si tenían compañía de más. No se iría esa misma noche. Habá quedado en verse ahí, pero estarían un par de días para que valiese la pena. Esperó la contestación de Aiba con una expresión digna de una niña de doce o menos años.

Aiba se quedó como idiota por un segundo viendo el camino que siguió el dedo del muchacho frente a el para después ladear el rostro confundido ¿De que hablaba esta persona? Ah así!!! De que se le había quedado mirando como si se tratase de alguna especie de bicho raro que nació en las cumbres de la muerte del reino de la oscuridad o si se tratase tal vez de algún zopilote dos cabezas de esos que frecuentaban la cañada de la vampiro en el reino de la tierra. Frunció el ceño escuchando la explicación y se preguntó si su cara era fea o algo, prefirió no comerse más la cabeza con ellos e ignoro el comentario, para el eso nunca paso, todas las palabras dichas por el joven fuego serian borradas mañana por la mañana cuando se decidiese a borrar completamente toda la información no deseada de su cabeza la cual debía decir, era la mayoría de la que tenia

- Oh persona tres!!!-nuevamente con aquel defecto de leguaje que le carcomía la lengua cada vez que se dignaba a moverla aunque sea un poco, levanto la vista y se encontró con el cabello más bonito del mundo sintiendo la necesidad de levantar la mano y jalárselo con fuerza a ver si era de verdad, se abstuvo de ello porque ya había sido perseguido anteriormente por hacer aquello- Arideth, mi gusto-contesto extendiéndole la mano sin corregirse ya, si lo hacía terminaría repitiendo sus frases dos veces antes de que lograsen entenderlo y remarcaría lo estúpidamente extraño que era-La casa Hada-dijo señalando hacia adelante, las manos habían comenzado a temblarle al verse puesto en la posición de guía sin embargo tener a dos personas de diferente elemento recibiendo un tour de el seguro que era una buena terapia