Can you see me? (Luzbell) +18

¿Para qué mentir? se sentía solo y era por eso que estaba vagando por ahí con la firme intención de encontrar algo de compañía por muy simple que fuese, solo no quería volver esa noche a casa y encontrarse con aquel enorme vacío que sentía, sabiendo que no era el lugar si no su mente la que hacía aquello.

Caminó así, sin rumbo fijo viendo a la gente a su alrededor, a pesar de ser el quien buscaba, también se permitía al menos ser selectivo a la hora de acercarse a alguien. Se detuvo suspirando y sentándose en el primer sitio decente que encontró, la noche no tenía mucho de haber caído y en el cielo podían verse ya algunas estrellas, por un momento le pareció que aquella sería una larga noche.

Aquella luz... pudo verla de reojo, desapareciendo un poco la oscuridad del lugar. Su vista se posó en el responsable de aquello. No le molestaba, tampoco le agradaba la luz brillante en sus manos. Aún así le pareció curioso y sus ojos fueron subiendo lentamente hasta aquel rostro. Había estado en el reino de la luz, pero suponía que por haber pasado casi toda su vida en el del fuego se sentía ligeramente más a gusto en él, claro que no lo suficiente, había buenos y malos recuerdos en él. Era por eso que no solía quedarse allí por mucho tiempo a pesar de que allí estaba su residencia. eso y había otra razón, que mejor no pensaba de momento...

-Extraño, puede que extrañes la luz de tu reino... Pero el reino del fuego puede ser bueno... - ¿De que hablaba? incluso él no veía diferencia entre uno y otro. Eran tierras aldeas, con ciertas características pero al final todo le parecía igual, probablemente porque no había encontrado el sabor de disfrutar de ello -¿Tienes un lugar donde quedarte? Puedo ofrecerte un sitio - Si no fuese por su tono de voz neutro, aquello habría sonado de otra manera. ¿Era extraño ofrecerle posada a alguien que no conocía? Eso dependía, porque no era la primera vez que lo hacía, y aquel rostro y afable le estaba haciendo pensar de más.

Su actitud le sorprendió un poco y se le quedó viendo sin saber que decir por un momento. Luego asintió con una sonrisa -Si, puedo hacer eso... como ha dicho, soy de este lugar- Se puso de pie y le extendió la mano -El fuego puede dar sin duda algun calor - dijo con una sonrisa coqueta de medio lado.

-Vamos, te llevaré conmigo- Dijo señalando con la otra mano la dirección en la que lo llevaría -Mi nombre es Arisai... ¿Cómo debo llamarte extraño?- Dijo divertido. Aquello estaba bien, aquel sujeto había despertad algo curioso en él. Casi le jaló para que lo siguiera -No te gusta la oscuridad de aquí, ¿cierto? Mejor ir yendo - ¿Por qué diablos se estaba emocionando al tenerle cerca? Era tal vez esa sonrisa o esa expresión demasiado radiante. Muy contraria a la propia.

No pudo más que reír a la mención de aquel comentario sobre su nombre -El tuyo es mejor que el mío -contestó -Tiene fuerza, cosa que el mío no - Agradeció no haberse alejado mucho de casa. No llevaba mucho encima por costumbre, pero la temperatura había bajado más de la cuenta, debía ser por la estación del año. Claro que no tenía frío, pero aún así preferiría estar bajo el techo del que se suponía era su hogar.

Se detuvo de pronto -Es aqui- dijo girándose para verlo y señalándole una puerta de madera labrada. Abrió con cuidado sin soltarle de la mano, ese tipo de sensación le gustaba. Una vez dentro y habiendo cerrado se obligó a soltarle para quitarse la camisa, quedandose con una más ligera que llevaba debajo y le sonrió cálidamente mostrándole el camino hacia el interior -Ponte cómodo- Dijo desacomodándose el cabello un poco -¿Quieres algo de beber? ¿O hay algo que quieras?- Ya estaban allí, y no estaba solo, lo que era lo principal.

Se quedó pensando un momento haciendo una mueca con los labios -Claro, pero si me das idea de lo que quieres me lo pondrías más fácil - Sonrió viéndole con más fijación de la debida. A decir verdad esa sonrisa radiante que poseía era algo bastante llamativo. Se acercó esperando ver si le diría qué es lo que le pediría -Anda, dime ¿qué preferirías?- Se recargo en el respaldo del sillón dejando a su invitado debajo de el -En caso de no tenerlo ya será otra cosa, pero puedes pedirme lo que quieras- Aquel lugar era al que simplemente terminaba regresando, generalmente era por eso que no llevaba a nadie ahí, de modo que no pudieran acudir a él y por casualidad encontrarle. Si, era una persona extraña, pero no había nada que hacer al respecto.

Se dio cuenta de que estaba muy cerca y despreocupadamente se enderezó .Se había quitado los zapatos antes de acercarse. Le gustaba andar descalzo ahí dentro -¿Y bien?- Le pasaron bebidas contrarias en la cabeza, no estaba centrando sus ideas, por eso le había preguntado.

Se río ante aquel comentario -Oh, ¿de verdad? ¿Qué harás para mantenerte despierto toda la noche, si puede saberse? -Le miro con aquella postura desenfadada recargándose en el marco de la puerta que daba a la cocina. Estaba jugando, y su tono y sonrisa eran totalmente un acto de coquetería. Hizo un ligero movimiento con una de sus cejas antes de darse la vuelta -Un café entonces- casi arrastró las palabras. Aquello era bien curioso, no podía quitarse la sonrisa del rostro. Buscó en las estanterías. La verdad es que acababa de llegar de uno de sus tantos viajes, pero sabía que había lo necesario en esa casa. Su concentración se centró en lo que hacía de un momento a otro -¿Cómo lo prefieres?- Preguntó alzando un poco la voz. Luego recordó lo que había escuchado sobre los elementales de luz -¿Lo quieres solo? ¿Cuánto de azúcar?- frunció el ceño, normalmente no le preparaba café a nadie, así que no se preocupaba por esas cosas.

Sonrió más abiertamente viéndole por el rabillo del ojo mientras se recargaba en el marco -De acuerdo, leche y azúcar- Empezó a tararear mientras calentaba el líquido. No es que no le prestara atención, lo hacía bastante a propósito...

-Dime Luzbell...- Se movió para verle de frente -¿Qué hacías por estos rumbos?- En realidad no le interesaba, pero tal vez era bueno hacer plática. Ladeó el rostro y le miró de forma algo insinuante -Y no me has dicho... ¿cómo piensas pasar la noche en vela?- Sonrió abiertamente mientras clavaba sus ojos en los de él, esperando que le respondiera.

Arqueó una ceja divertido con sus palabras. Rara vez se topaba ocn gente que se expresara de esa maner -¿Acaso parezco tener sueño?- Le sonrió mientras terminaba de preparar el café. Luego se permitió reír -Si te digo que no a la cama, dónde planeas tenerme?- No había podido evitar decir eso -Pues yo te dejo.. mientras me convezas- Dijo poniéndole azúcar a las tazas. Qué diferente, pensó al ver su café... sin leche y casi con la mitad de azúcar. Levantó las tazas extendiéndole una y dándole un sorbo a la suya. De por si decían que él tomaba el café muy dulce. Arqueó una ceja pensando en el de él -Espero haberlo hecho bien

Casi escupe el café, pero eso le había hecho gracia -La barra me parece bien si no es la cama- Este tipo era más que divertido diciendo esas cosas. Arqueó una ceja ladeando el rostro -Conservador? dónde me ves lo conservador?- Eso si había sido curioso y la primera vez que le decían algo similar. Es decir ¿De dónde le había dado esa idea cuando invitó a un desconocido a su casa? Y le estaba siguiendo al juego de sus palabras? Desvió la mirada. Tal vez ese tío era extraño, mejor no pensar demasiado. Era atractivo, eso sí, no había cómo negarlo. Le dio otro sorbo al café. Se sentía bien sentir como le recorría la garganta, pensó distrayéndose un momento. El tenerle sentado allí le desconcentraba.

Se rió -Si eso quisiera ni mi nombre conocerías... Solo buscaba compañía, incluso sin tener que proporcionarle calor- dijo eso con una sonrisa coqueta en su rostro. Ciertamente lo que quería era no quedarse solo en ese instante, se conocía lo suficiente como para saber que la mayoría de las veces la plática no era lo único que sucedia. Era una extraña forma, a decr verdad.

-No te voy a correr... a fin que te irás por tu propia cuenta porqueno puedes quedarte aqui, habrá asuntos que tengas que atender, me supongo - No lo dijo con mala intención, solo suponía que era de ese modo. Dejó la taza de café que apenas iba a medias mientras le veía con curiosidad -¿Qué tan seguido te metes con gente que no conoces?- hey, no era su culpa tener curiosidad por sus palabras.

Sonrió -Así que uno de cada cuatro? Espero que no conozcas tanta gente - Dejo escapar una risa divertida. Al menos sabía que no había el peligro de que el quisiese algo más que lo que iban a tener allí -Así que soy afortunado o no?-

Dio unos cuantos paso quedando frente a él -Una sola noche, haz lo que quieras con ella porque no tendrás otra oportunidad- dijo acercándose sin dejar de verle en ningún instante hasta rozar sus labios. Alguna vez alguien le había dicho algo curioso de su mirada, por alguna razón lo recordó en ese instante ene l que veía fijamente sus ojos -Cuéntame sobre ti y te diré algo que quieras saber de mi- Si, una plática estaba perfecto, hacía mucho que no mantenía una decente por lo menos

Respondió al beso prbando aquellos labios que parecían estarle provocando y de nuevo no pudo más que sonreír cuando le escuchaba. Se recargó ligeramente en sus muslos y le besó de nueva cuenta, mordiendo sus labios con ligereza antes de contestarle viendole con curiosidad. Casi nadie le preguntaba su edad si se ponía a pensarlo -Tengo 20 ¿cuántos tienes tu?- bueno, el también quería saber ahora dadas las circunstancias.

Acarició ligeramente sus piernas, subiendo un poco las manos. Era difícil calcular la edad de un elemental, podría tener más de lo que pensaba o menos, aunque el no había pensado para nada en su edad. Acarició la piel de su rostro con sus labios mientras esperaba que le respondiera.