Una fuga Placentera? [ Arisai ]

Estaba demasiado concentrado en sentirle contra él, aún con las ropas aún sobre su cuerpo. Él no negaría nada, no era ningún santo y entre quienes habían pasado por su cama, ojalá más como él hubiesen estado de maravilla. Pero no era tan exigente cuando su necesidad de tener a alguien durante las noches arreciaba y solo quería que le hicieran sentir esa calma que tanto anhelaba.

Sonrió, parecía que lo había provocado de alguna forma -Te estás tardando, mi estimado... -susurró sintiendo sus manos en sus nagas y eso le hizo aferrarse más a él. Dios, nunca había deseado tanto que le tomaran, parecía que su cuerpo respondía bastante bien a él, porque ya sentía el calor envolviéndole -Dime... -Seguía sobre sus labios, intentando concentrarse sin éxito alguno -.. Eres tan bueno como pareces? Porque eres tan atractivo que no se como alguien podría negarse a ti... -estaba demente, debía cerrar la boca, y así lo hizo, demandando más intensidad de aquellos labios, rozando su lengua y queriendo derretirse en aquel beso.

Siempre hay una primera vez... Gracias al cielo no eres tu o facilmente terminaria violandote- susurro de igul manera olvidandose de la cama y colocandole sobre la primer auperficie plana que pudiera toparse...la mesa fue la seleccionada por lo k lo sento ahi contemplando el cuerpo que devoraria dentro de poco... Era hermoso... Perfecto que sonrio tomandole del mento.

Dudo que alguien se resista a ti- fue lo ultimo que dijo antes de quitarse su propia camisa para tomar las manos ajenas y besarlas Debia controlarse... Ese niño le provocaba a un nivel animal y solo su cuerpo queria cogerlo hasta la inconciencia

Sonrió complacido por sus palabras, aunque no eran en realidad un cumplido -Me haces pensar que debì resistirme -susurrò estando sobre la mesa. Se habrìa quitado las ropas el mismo, de no ser porque le encendìa la idea de que esas manos fuesen las que lo hicieran. 
Su sonrisa se ampliò al escucharle -Oh, en eso no te equivocas.. casi nadie puede resistirse a mi... -Su expresiòn felina dejaba difìcil entrever si era una verdad o una mentira. Pero lo cierto es que hasta ahora, nadie se habìa negado a pasar una noche con èl. Una noche, no màs, pero esas eran sus propias condiciones. 
Verlo sin camisa le hizo tener una excelente visiòn de su torso desnudo, cosa que le hizo morderse los labios, deseando tocarlo, pero esos besos sobre ellas le quitaron momentàneamente la idea, ese era un gesto poco regular, le pareciò divertido. Nadie solìa besarle las manos de esa forma ¡no era un tanto romàntico? Se riò mientras extendìa las piernas buscando jalarle con ellas. Necesitaba tocarle.

Dejo que esas piernas traviesas le apresarannpara sentir lo ovbio de la situacio... Era delicioso realmente placentero a un nivel animal que desgarro es playera insignificante para pasar con descarada lentitud sus manos por esa suave piel recien descubierta bajando sus labios a esos rosados pesones

Algo que no te guste que te hagan- honestamente era algo que no iba a cumplir tenia el deseo de amarrarlo y joderlo contra la mesa hasta ver sus murlos desgarrados en sangre... No sabia el por que ese deseo desde que le vio... Su luz deseaba un dejo de sangre y el se la daria

Gimió sintiendo la tela romperse tan fácilmente. Le gustaba pensar que estaba con alguien que poseía tal intensidad en un momento como ese, eso le hacía perderse en la sensación de sus labios sobre su piel. Nunca sintió tal calor por algo tan sutil a su parecer.

-No hay nada que no puedas hacerme...-susurró totalmente convencido de eso. Tal eran sus ganas de que siguiera que realmente no le importaba la forma en que se lo hiciera. Estaba excitado, demasiado rápido para su gusto, le gustaba el juego, pero al parecer su cuerpo pedía por esta persona -¿Tienes algo en mente? -Preguntó más por intentar escuchar su voz, le gustaba esa forma en que hablaba. Cerró los ojos gimiendo quedito jalándole ligeramente del cabello.

Oh tengo muchas cosas en mente- y era verdad estaba en el borde y no tenia ni idea del por que le deseaba tanto sus labios fueron bajando mordiendo levenente las recien descubiertas caderas ... Quedejo una de sus manos en el pecho ajeno acariciando yno de los pesones en lo que desabotoba ese estorboso pantalon....

Oh interesante la hoya de oro- murmuro al ver ese delicioso dulce que degustaria....lamiendolo lentamente desde la base hasta la punta como si de un dulce se tratara....

Delicioso

Oh tengo muchas cosas en mente- y era verdad estaba en el borde y no tenia ni idea del por que le deseaba tanto sus labios fueron bajando mordiendo levenente las recien descubiertas caderas ... Quedejo una de sus manos en el pecho ajeno acariciando yno de los pesones en lo que desabotoba ese estorboso pantalon....

Oh interesante la hoya de oro- murmuro al ver ese delicioso dulce que degustaria....lamiendolo lentamente desde la base hasta la punta como si de un dulce se tratara....

Delicioso

Me alegra que tengas imaginación -Dijo abriendo las piernas sintiéndole acercarse. Cerró los ojos, su respiración contra su piel se sentía bien, el leve cosquilleo parecía permanecer en él. Gimió de nuevo cuando su miembro sintió aquella lujuriosa caricia -mm... pero sabes? Aún no veo mi oro...- dijo de una forma más que sugestiva, moviéndose despacio, buscando esa sensación tan placentera que era su boca.

pero lo sentirás- susurro sin alejar su lengua de ese delicioso premio, pensó ir a relajarse pero esto era mejor que una simple distracción, lamió todo lo que se encontró hasta que sus manos lograron quitar esa molesta prenda se irngio para verlo completamente desnudo sobre la mesa un delicioso bocado, pero se vería mas amarrado-

juguemos arisai- murmuro mientras un¿os hilos de luz d¿se desprendían de sus manos i paseaban como una suave caricia sobre el cuerpo que seria su amante por esa noche, hasta que se posaron en las muñecas y tobillos ajenos con una cadenas aferrados a el, esa noche se sentía juguetón y con ganas de mas, algo le decia que arisai soportaría ese lado de la luz no tan brillante. mas cuando las cadenas se tensaron levantandolo levemente de la mesa dejandolo completamente a su propia disposicion... admiro ese bello cuerpo que le llamaba como si su vida dependiera de ello...

Se sonrojó al verse completamente expuesto, y él, en su aturdimiento no había podido deshacerse de las ropas ajenas, pero ese sujeto le encendía, realmente le provocaba a tal grado. Suspiró totalmente deseoso de realmente sentir más.

Lo que sí le hizo casi saltar de la mesa fue la muestra de su habilidad, pero estaba lejos de decir que estuviese asustado una vez que aquello toara forma. Gimió de forma necesitada cuando se sintió realmente atrapado, se arqueó sabiendo que las cadenas le sostendrían -No esperaba esto- dijo en un siseo -Pero creo que esto será más divertido de lo que pensé en un inicio... Chris ...- Se mordió el labio -Muero por saber qué harás conmigo..- Y su voz no era sino una invitación. Hacía mucho que no sentía amarres de ningún tipo y su cuerpo parecía disfrutarlo tal vez demasiado, un poco de su tacto, de esos labios y seguro que estaría perdido en el mismo infierno y lo disfrutaría -Tócame... -jadeó demasiado impaciente por ello.

solo una sonrisa se poso en los labios de chris sin realmente mostrar en ella el significado de la misma, ese chico enserio le provocaba, una mano todo el tobillo de arisai sintiendo que las cadenas no estuvieran realmente apretadas, y no evito que sus labios fueran a sus piernas simplemente degustando de ellas, movió su mano y esas cadenas colocaron arisai frente a el en un momento...

no, claro que no lo esperabas, adecir verdad pocos tienen el placer de jugar conmigo con ellas, espero no te moleste- murmuro sobre sus labios sin tocarlos, aunque sus manos eran otras cosas estas estaban en las caderas ajenas pegándolas a su propios cuerpo, torturarlo no era una cuestión, simplemente era un deseo... tomarlo... definitivamente si. aun asi lo dejo, mientras daba dos pasos atrás desabrochándose los pantalones mas no quitandoselos. camino nuevamente asia el para quedar de tras de arisai susurrándole lentamente a su oido.

hora de jugar niño...- murmuro mientras sus manos comenzaban a jugar en el pecho ajeno y sus labios sin pudor alguno marcaban la caerne de su cuello sin miramiento alguno a causarle dolor.

Sus labios realmente eran un martirio placentero. Sentir su piel erizarse a su contacto era algo que le gustaba y que no solía sentir. Sus parejas esporádicas no se tomaban demasiado tiempo en ocuparse realmente de él y por su parte no solía hacer peticiones, solo dejaba que las cosas sucedieran, su único asunto era llenar su mente y olvidar por completo.

-¿Acaso parece que me moleste? -Muy al contrario, era algo que casi le hizo sentir que había tardado demasiado en llegar. Y sus manos grandes y firmes sosteniéndole le hacía perder la cabeza. Escuchó sus pasos y abrió los ojos que ni siquiera había notado había cerraado. No tuvo que verlo pero escuchó cuando se desabrochó los pantalones y algo se disparó en él. Probablemente las ganas de querer sentirlo , y el acercamiento le hizo soltar el aire, dios, se sentía abrumado con su cercanía. Y su voz diciendo eso complementaba completamente el cuadro. Gimió y su cuerpo se sintió encendido, excitado completamente por la sensación, la ligera punzada de dolor que se extendió haciéndole suspirar con satisfacción. Esto prometía esa intensidad que deseaba de él.

La lujuria era algo que poca veces soltaba a rienda suelta, pero esa noche...tenia el permiso tácito de ese niño para hacer lo que quisiera... apocas personas les permitía ver este lado de el...el por que? por que se supone que el era puro amor, y lo era... para con su pueblo, pero en asuntos íntimos como este, era como cualquier elemento, e gustaba el sexo, mucho sexo variado y definitivamente...la variedad de deliciosos traseros mas, que movió su mano asiendo que las cadenas estiraran completamente a su amante, dejándolo mas abierto que en un principio, besando su nuca fue bajando poco a poco dejando mordidas esporádicas, hasta toparse con ese redondo y firme trasero que prometía la gloria en una sola estocada... pero tomaría su tiempo, por lo que se arrodillo alzándolo un poco y paso su lengua por ese retorcido agujero aferrando esas caderas a que se quedaran quietas, una mano atrapo ese suculento pedaso de carne abriéndolo mas para que su lengua escarbara lo mas profundo que pudiera...su sabor picante prometía la gloria a su exitacion atrapada en sus pantalones de mezclilla.... lo deseaba ... era un deseo desconocido para el, sentia que perdia su cabeza cada que lo tocaba... eso no era normal, no lo era...

quien eres arisai?- volvio a preguntar levemente afectado por la exitacion de estarse comiendo ese dulce trasero pero no impidiendole continuar degustando de el....lo queria humero y dispuesto para asotarlo como se debia.

Sentía su respiración afectada y sus sentidos empezaban a hacerle sentir que estaba en un sueño. Sonrió de medio lado sintiendo la presión de las cadenas, era tan seductor y su cuerpo se sintió más necesitado que nunca, esas mordidas le sacaron suaves y ligeros gemidos llenos de placer. Y esa lengua le hizo retorcerse. Por los dioses que esa lengua sabía lo que hacía, sentir su textura contra sus músculos que parecían pedir aún más esa sensación húmeda contra su piel sensible. Jadeó y escuchó esa pregunta.

-No soy nadie... - Dijo en un momento en el que pudo formar las palabras con voz entrecortada -¿Quién crees que soy? -Y estaba quedándose sin fuerza para hilar pensamientos. Era una persona cualquiera, no sabía porque estaba preguntándole eso desde antes. No era nadie especial. Solo era un elemental de fuego, no más. Los dedos de sus pies se retorcieron con el sentimiento que le recorría. Se mordió los labios evitando pedirle por más, nunca se había sentido tan excitado con alguien como para rogar, pero estaba a punto de hacerlo, pero no quería apresurar nada, quería ver de qué era capaz y si le mostraría el cielo, el infierno o ambos en sus brazos.

-No diría un don nadie... pero nadie conocido-Dijo intentando que su voz dejara ver ese lado bromista. Y el azote le hizo gemir retorciéndose hasta donde los amarres le dejaron.
-¿Qué se supone que esperas como respuesta? -Dijo viéndole de reojo, sentía el calor sobre la piel de sus nalgas.
Ah, pero que cierto era eso, si le gustaba, porque era intenso, una sensación de la que no podía escapar. Y su piel enviaba aquel estremecimiento cada vez que sentía su piel casi rasgándose por sus movimientos. El ardor en donde golpeaba le hizo gemir y notando que le veía, se lamió los labios con esa sugestividad que sabía usar bien.

-Créeme... incluso con esto podría recordarte... -le dijo a media voz -Anda, intenta marcar no solo mi cuerpo, clávate en mi mente... -Y movió su cuerpo para provocarlo un ligero movimiento -Quién eres tu, Chris? -sonrió totalmente extasiado.

Soltó una risa realmente divertida mientras sacaba su miembro de su ropa mas no se la quitaba, no necesitaba desvestirse totalmente para una sana cojida solamente enterró su excitación entre sus nalgas sin penetrarlo solo frotándose contra el mientras le abrazaba y lamia su cuello susurrándole en el oído.

yo... soy tu dueño - sentencio atrapando con una de sus manos el miembro excitado de arisai comenzando a masturbar lo con una agresivo vaiven mientras mordía una de sus orejas alineándose en el, enterrando sin preparacion alguna la punta de su miembro, el temblo por sentirse levemente en el interior de ese mocoso... su dueño? el no lo mantendria...mas de una noche o dos a lo mucho...

esta noche...eres mi esclavo arisai- fue su ultimo murmullo mientras esas cadenas obligaban arisai a caer al suelo dejandolo de rodillas para el.

-Te ves exquisito a medio vestir-susurró con un dejo de provocación aún y movió sus caderas sintiendo su miembro rozándose contra su piel -Tan duro y tan grande... -sonrió sintiendo sus caricias.
Su dueño, sonaba tan curioso, pero no le contestó, gimiendo sintiéndose tan bien al sentir sus manos masturbándole, haciéndole sentirse aún más deseoso y ansioso de él. Y sin previo aviso sintió su miembro invadiéndole. Ahogó un gemido y se ordió el labio con fuerza, le gustaba, le gustaba demasiado. Le miró de reojo, tensando sus músculos y relajándolos cuando aquella sensación disminuyó -Se siente tan bien.... -Le dijo esperando que entrara completamente en su cuerpo.

Jadeó al caer de rodillas -Interesante... Seré tu esclavo si puedes complacerme... -Claro que lo hacía, ya estaba bastante perdido ahora, pero valía la pena el juego -Muéstrame que puedes mantenerme bajo tu yugo... -Se acomodó para él, necesitaba sentirlo en él, desgarrándole, haciéndole caer por completo.

Complacerte, estas mal querido mocoso, tu eres quien esta aqui para saciar mi lujuria nada mas eso- apremio importándole poco lo demás enterrándose en el hasta la base de su empuñadura mordiendo la nuca de ese niño sintiendo la sangre en sus labios, la cual lamió golosamente also su mano para hacer que este volteara verle tomando sus labios de medio lado saboreando , comenzando a moverse de manera animal, sentía la carne de el abriéndose, para darle paso a su abrasado miembro se aferro al cuerpo debajo de el, sintiendo el calor y el sudor que les rodeaba, aferro la cadera ajena  para poderse impulsar mejor en ese salvaje canal...estaba caliente y a un nivel que no habia experimentado.

estrecho...- murmuro oliendo su cuello, su aroma y el propio mezclado entre ellos...almizclado... iba a oler a el durante días...

eres mio ahora....

Sonrió a sus palabras, noe s que no le viese la lógica, sabía que para él así era, pero él también estaba saciando sus necesidades en él. Cerró los ojos cuando su miembro se empujó en su interior y le hizo sentir su cuerpo ceder a sus movimientos. Un ligero y suave quejido, había aguantado un momento antes, pero sentir su mordida y la calidez de su propia sangre le hizo soltar la voz. Besarlo era algo delicioso y sentirse lleno de él le hizo lamerle al sentir sus labios. Gimió por el placer, se sentía tan bien cómo sus paredes internas presionaban ese miembro tan caiente y duro.


Cerró los ojos -¿Te gusta? - Se estremeció sin entender nada más -Soy tuyo ahora... -repitió dándole el gusto de escucharle decir eso. Si iba a tomarlo con esa intensidad, no le importaba llamarse suyo. Haría eso y más si le hacía fundirse en el calor que le proporcionaba. Sentir la calidez que dejaba tras su paso el dolor era algo que no tenía precio para él -Tan bueno... -sonrió moviendo lentamente las caderas

se incorporo un poco para verse el mismo enterarse una y otra vez sin pudor alguno en ese estrecho canal, mas una sonrisa algo retorcida se poso en sus labios al ver su miembro levemente manchado de sangre....sabia que le habia desgarrado , si, y no sentía remordimiento, era un esclavo, para eso estaban, para satisfacer a sus amos, sonrió ante sus propios pensamientos, cerrando sus ojos jalo esas cadenas para tener esos brazos ala espalda asiendo que arisai se poyara directamente en el piso con su rostro y pecho, su culo al aire para el era delicioso, las jalo levantando un poco.

claro, que me gusta, mas lo que veo- murmuro lamiendo sus labios asiendo que volviera al suelo, parecia que lo estaba cabalgando con lascadenas en sus manos rodeo un poco el cuello ajeno... no sabia por que pero le encendia ver arisai con cadenas en todo su cuerpo,  estaba demasiado caliente y sentia su corazon por demas acelerado, que arremetio con mas fuerza sus propias caderas en ese delicioso culo.

Sentía claramente su forma de moverse, la fricción de sus movimientos y empezóa gemir, incapaz de controlar aquellos sonidos afectados. Sintió el tirón de las cadenas e instintivamente se resistió antes de apoyarse en el frío suelo de esa forma. Mantuvo los ojos cerrados, necesitaba esa intensidad, necesitaba esa sensación de estar siendo doblegado por alguien. No era la primera vez que sentía algo similar o que alguien le tomaba con esa fuerza. Pero esta vez estaba excitado y deseando a esa persona cuya voz le hacía derretirse.


La mano en su cuello le hizo moverse, sus caderas buscaron aumentar la intensidad de sus embestidas, quería más, hasta llegar al punto en que le hiciera creer que ya no podía solortarlo, el límite de su resistencia, quería que le llevara hasta ahí. Le excitaba pensar cóo se verían en ese momento, sonrió con satisfacción. Obligó a sus músculos cerrarse contra ese miembro. Gimió sintiendo como su cuerpo absorbía el miembro ajeno -Más... amo... -su sonrisa no se borró al decir eso, juraba que se lo diría si él le proporcionaba lo que quería. La piel de sus nalgas ardía, deseando sentir los azotes como los que antes le había propinado

una risa satisfactoria salio de sus labios, sabia que estaba siendo complacido con esa palabra, solo por tener lo que deseaba, pero gimió roncamente al sentir como fue apretado de esa deliciosa manera que un azote por reflejo le dio en el culo.

cuida mi mercancía niño o no habrá... mas para ti de ella- susurro complacido por que eso no le dolió sino que causo mas exitacion de lo que penso que una de sus manos paso por esa blanca espalda enterrando sus uñas levemente, sentia la necesidad de dejarle marcas visibles, quería que el se viera en el espejo y supiera con quien habia pasado la noche, no tendría otro amante mas que el de ahora en adelante, ese pensamiento lo llevo al bolde que desiso las cadenas volteándolo para que quedaran frente a frente, pero no desiso la cadena que pasaba por su cuello como si fuera un collas cojio la punta jalandolo asia su cuepo lamio sus labios antes de tomarlos en un territorial beso hambriento por mas asiendo que este se montara sobre de el, penetrandolo nuevamente, le gustaba esa posicion, podia enterrarte hasta su garganta si lo deseaba.

El golpe le hizo soltar un gemido que se alargó ligeramente, se sentía tan bien, esa forma en que se mezclaba esa sensación. Claro que no iba a pedir disculpas, sabía lo que hacía. Y no tardó en sentir sus uñas, el calor sobre la piel sabiendo que aquello se notaría, el dolor tenue de la piel a punto de rasgarse, no tardó en sentir como la piel le escocía. Jadeó a punto se reírse, si, esto le gustaba, su cuerpo tembló de forma involuntaria antes de que las cadenas se deshicieran y el tuviese que ver de frente aquel rostro. Le sonrió con satisfacción a pesar de sentir la presión en su cuello cuando le hizo acercarse. Le mordió los labios, no tan sutilmente porque lo que sentía le hacía querer hacerlo tan intensamente como lo sentía, y buscó entre aquella boca, saboreando y enredando su lengua con la ajena. Estaba tan perdido por todo, había sdo una buena idea ir a la tierra Perdida. Se acomodó sobre él a las órdenes implícitas que lso movimientos del rey le guiaban, guimiendo entre sus labios al sentirle de nuevo penetrándole, haciendo vibrar todo su cuerpo, se movió sobre él, dejando que sus caderas marcaran el ritmo, sintiendo como su miembro golpeaba su interior de una forma tan exquisita que sentía que iba a perder completamente la razón. Sus manos buscaron tocarle -Mi amo... más... -Jadeó lamiendo sus labios cuando el aire en sus pulmones pareció insuficiente, obligándole a separarse apenas lo suficiente de esa boca que le hacía sentir el cielo. Su miembro, húmedo y erguido buscaba liberarse, ya no aguantaba, quería venirse, pero no debía hacerlo antes que él, eso se dijo mientras buscaba con sus labios bajar por su cuello. Gimió contra su piel, acariciándole el torso con impaciencia.

eso era demasiado erótico que perdió el rol del juego que estaban montando, tomo las caderas ajenas moviendo las sobre de el mas agresivamente mientras sus labios buscaron los ajenos, tomandolos cuando los encontró dispuestos para el sonrio en el beso suavemente lamiendo la sangre que escucrrio de sus propios labios, lo volvio a besar atrapando con una mano el miembro ajeno acariciandolo con un salvajismo que aprecia que deseaba arrancarselo, lo apreto mientras jadeaba.

demonios- murmuro cerrando los ojos, pegando su frente ala ajena, ese juego, ese maldito juego estaba al limite de su ser, que sonrio un poco mientras degustaba una de las tetillas mordiendola con algo de agresividad, liberando las manos de arisai.

mas fuerte arisai- susurro mientras le asia montar mas rapido, mas fuerte sobre de el.

vente para tu amo, dame ese placer- murmuro tocando la punta del miembro ajeno con su pulgar, enterrando en esa ranura la uña deliberadamente, viendole de rejo, saboreando ese delicioso peson erguido para el, era una vision que se llevaria hasta la muerte.