Consecuencias? [Chris] +18

Abrió los ojos de golpe encontrándose en aquellas tierras. La cabeza le dolía demasiado como para pensar en lo que había sucedido. Se incorporó sentándose en el pasto y llevándose una mano a la cabeza. Tardó todavía más de la cuenta en darse cuenta de que no estaba solo. Casi dio un salto cuando vio a la persona que estaba con él, de golpe y con todo y el dolor que sentía en su cuerpo se puso de pie rápidamente -Lo siento... de verdad lo siento... - Sabía que de nada valía disculparse -No he sido yo... De ver... - Se detuvo. ¿Qué tan probable era que le creyera? Ni siquiera recordaba nada de qué había pasado y como estaba controlando de nuevo su cuerpo, pero a juzgar por las punzadas de dolor no había sido nada bueno.

-Yo... iré a hablar con esa chica después... para disculparme y explicarle... - Había bajado la mirada No sabía que decir y sentía que si seguía hablando no servía de nada. alzó la mirada enfrentandose a esos ojos azules -Pero no sé cómo puedo disculparme ante usted, Su Majestad... por haber causado esto... - No era su culpa, pero vamos, eraresponsable si tomaba en cuenta que le habían controlado y probablemente el les hubiese dado lo suficiente para poder hacerlo.

Se perdió entre sus labios, sintiendo esa sensación que un beso podía provocar, claro, no con todas las personas se sentía de esa misma forma. Un ligero roce podía ser aún más estremecedor a veces, se abrazó a él déjandole profundizar aquel beso. Aquella calidez, el choque elétrico que sentía con él era diferente y no le importaba perder el sentido del tiempo. Claro que sus palabras no pasaron desapercibidas, solo que no quiso romper con aquello. Cuando se separó de él lamió sus labios mientras escuchaba ese gracias. Sonrió porque no entendía por qué le agradecía.

-No entiendo... aunque tampoco sé a qué te refieres con que soy todo lo que buscabas en alguien... pero te diré un secreto -Miró hacia arriba y luego se acercó a su oído -Creo.. y digo creo, orque está por comprobarse... Que eres mucho más de lo que yo he deseado en toda mi vida... pero shhh- Puso un dedo en sus labios como quien pide silencio -A veces entre más buscas parece que nunca encontrarás lo que quieres... pero dicen que hay cosas que te encuentran por sí mismas-Le dejó un beso en la mejilla sonriendo -Yo debo ser una de esas- Se separó un poco de él -Anda, te ayudo con la comida, solo dime que quieres que haga.

Le observó moverse y suspiró, tardó en moverse un momento, como si con eso la sensación de aquellos labios no fuese a desaparecer. Luego tosió disimulando su extraño estado y se sentó en un banquillo viéndolo atentamente -... Me dan ganas de tocarte... -Dijo viéndole desde donde estaba, casi desparramándose sobre la mesa -.. Es tan tentador al verte cocinando... - Parecía que no podía quedarse callado, de verdad...

Estiró las manos en aquella superficie, estirándose como un gato -Nunca antes alguien ha cocinado para mí - Tuvo que reír antes de decir otra cosa -Ahora entiendo por qué dicen que un hombre cocinando para ti es encantador... claro, lo suelen decir las chicas, así que yo no debería decirlo... - Rodó los ojos al decir lo último, creía haberlo escuchado de su hermana la última vez que la vio aunque no tenía idea de por qué le había dicho aquello. Esa vez ella había hablado sin parar y él no había prestado demasiada atención.

Finalmente no pudo con la idea y se levantó acercándose a él, sin prestar demasiada atención a lo que estaba preparando,Se recargó en su espalda y sus manos le recorrieron hasta tocar sus nalgas y apretarlas -Perdón... - Realmente no lo sentía mucho, era porque sabía que no debería estarlo distrayendo. Se quedó un momento así hasta que pasó sus manos por su cintura pegándose a su espalda y viéndole maniobrar la comida preguntándose por fin qué era lo que estaba haciendo.

Se sonrojó y le miró con cierto reproche -Estaba esperando que terminaras lo que hacías antes de decir que me gustaría hacerlo en la cocina tan solo por estarte mirando.. aunque realmente lo haría en todos los rincones de la casa.. - desvió la mirada -Y tocarte, no, no voy a contenerme... - Se llevó una mano a la cara [colorred]-Diablos, ahora quiero hacerlo sobre un escritorio, ves lo que provocas? - [/color]Le dio un beso, tomando su rostro y rodeándole con las piernas acercándolo a él. Empezaba a creer que aquel sujeto era adictivo, porque a pesar de sentir que le empezaba a faltar el aire no quería separarse de él.


Finalmente tuvo que tomar aire, se sintió acalorado mientras sentía sus labios aún rozando los suyos -Maldición... - su voz era un murmullo apenas audible -Soy un pervertido...- dijo sonriendo -Quiero que me tomes aqui mismo- su voz apenas era audible. Se fue separando del mueble hasta quedar en la orilla, empujándole a él junto consigo -Aunque hiciste la cena, será mejor que coma primero, ¿cierto? - 'Si, si, concéntrate Arisai' era lo que se decía aunque su cuerpo seguía tan cerca del suyo que no quiso moverse -Dame de comer- le susurró y le mordió una mejilla.

Cuando se aprató sentía el calor en las mejillas, tardó un poco en moverse mientras le veía. Dejó escapar el aire que le quedaba en los pulmones -No sé... el menú estaba en tus manos desde el principio... comeré lo que me des - Dijo apenas con un hilo de voz tratando de recuperar el aliento. Se volvió a sentar, tratando de calmarse, desparramándose sobre la mesa -Si, hay que comer primero, porque si no, no podré comer sobre la mesa sin pensar en hacerlo contigo...- se empezó a reír un momento después y se enderezó jugando con los dedos sobre la superficie.

-Siempre como solo, las únicas veces que he tenido compañía en una mesa han sido dos o tres encuentros con mi hermana...- Lo dijo como un comentario casual, porque a su parecer lo era -La próxima vez haré algo para ti en compensación - sonreía mientras tamborileaba los dedos sobre la mesa -Aunque no parezca confiable, creo que puedo cocinar algo digno para su alteza - Le observó con una sonrisa divertida en su rostro.

Decidió seguir hablando aunque sin mirarle tanto, acomodándose sobre la silla subiendo los pies y recargando los brazos sobre sus piernas, podía que no fuesen buenos modales, pero pues no los necesitaba tanto en ese momento ¿no? -Antes de eso, durante la guerra, antes de que me utilizaran como un soldado... cuando mi padre aún estaba, él fue el que me enseñó a cocinar, no era muy bueno, mi madre era la que cocinaba, pero el tiempo hizo que mejorara, y el tiempo ha hecho lo suyo conmigo así que no soy tan malo en eso....

Vino... vino, vino.... él no solía tomar vino... bueno, no significaba que nolo hubiese hecho, pero no tenía mucha resistencia. y aunque fues como fuese, prefería enterarse de lo que hacía. Pero bien, una copa no le haría nada, eso estaba claro. Y si se le subía, al menos estaba allí con él. Su estómago reaccionó al ver la comida, eso se veía apetitoso y ahora que lo pensaba el no había comido en todo el día.

Tuvo que toser ante aquellas palabras. Si, el solía decir cosas como esa, pero ser quien escuchaba era ligeramente diferente. Le sonrió con un leve sonrojo en el rostro -Pues podrás tomarme en cada rincón de esta casa si eso es lo que quieres- Tomó el tenedor y apuntó hacia la comida de él -Ahora come- Como mínimo el no había estado bebiendo o habría escupido el vino cuando le dijo aquello.

-Si me pongo un poco más loco es tu responsabilidad lo que hagas conmigo - Tomó la copa y probó el contenido. Vino, era delicioso, sobre todo después de tanto tiempo de haber probado nada como eso -Solía beber después de los entrenamientos, pero aquello no se comparaba con esto - bastante diferente a decir verdad. Claro, en aquel entonces no era solo eso, porque además era un adolescente sin sentido de los límites.

Viéndole se metió un bocado a la boca y tardó un momento mientras parecí analizar lo que se comía -Esto está rico... lástima que tu me conquistaste antes de comer... - Arqueó una ceja y sonrió -Lo siento, cuando tengo compañía me es difícil cerrar la boca... Si eres de esas personas que prefieren comer en silencio dilo ahora - Asintió. Bueno, tenía que comer, así que no es que fuese a hablar durante todo el rato, pero según su cabecita esos eran los momentos para hablar en lugar de otros.

Negó con la cabeza, tardó un momento antes de hablar, tenía una sonrisa pronunciada en sus labios -Mm... es porque la guerra no tiene mucho de haber terminado... muchos no podemos acostumbrarnos a que de repente, después de todo el desastre nos digan que todo está bien... -Claro, señaló su sien, aún con el tenedor en la mano -Lo mío, por ejemplo... cada noche recuerdo cosas y me desespero... me formé durante la guerra, bien o mal, es prácticamente lo único que conocí... No sé que es lo que haya en la mente de tu vicealmirante, cada quien lo ve desde el punto en el que le tocó estar... yo solo era un prisionero, un soldado que fue puesto en el campo de batalla... así que probablemente yo no pueda comprenderlo... - Hizo una pausa dejando el cubierto sobre el plato -... Y por lo que dices... mm...- Hizo un movimiento con la cabeza -.. Yo creo que aunque discutan todo el tiempo... omitiendo que pueda ser divertido como observador...creo que no puedes discutir realmente y seguir una relación de trabajo como la que tienen sin que exista un 'algo' que les permita mantenerse de ese modo... Discutir con una determinada persona... no sé cómo decirlo -Se quedó quieto intentando pensar en ello, finalmente suspiró -Eso, aunque no lo parezca no es algo que puedas hacer con cualquier persona... Es como... unos hermanos que pelean todo el tiempo, aunque digan una cosa u otra, sabes que no se odian realmente... -Se detuvo, hablaba mucho y probablemente estaba desvariando sin terminar de decir lo que creía de aquello porque no encontraba las palabras en ese momento. Sólo era lo que el creía y ni así podía expresarse con claridad.

Tuvo que reír -Eso que exista entre ellos puede ser una cosa bien simple o algo bien complejo, no los he visto, solo lo digo porque eso me ha pasado por la cabeza cuando lo has dicho...- Su rostro mostró no seriedad exactamente, pero entre preocupación y eso al ver la expresión en su rostro y cómo sacaba esa otra botella. Frunció ligeramente el ceño -Amm... Con esto tengo suficiente, no te molestes en abrirla- Ni el tenía idea de qué se pondría a hacer si bebía más de la cuenta. Pero dado que las posibilidades eran tan variadas como sus pascetas lo mejor sería evitarlo. Podría ponerse a llorar o ponerse en algún otro estado contrario a eso... quién sabe... pero no estaba seguro de querer averiguarlo aún, sin embargo al verle, supo que no aceptaría un no por respuesta. Disimuló un poco pero finalmente su expresión fue casi de rsignación -No quieras embriagarme, y si vas a hacerlo... -Se mordió el labio -hazlo interesante y asegúrate de que aún pueda recordar mañana lo que he hecho - Si, necesitaba al menos un poco de su conciencia, en el punto en el que no puedes controlarte, pero en el que aunque te cueste aún podrás recordar tus idioteces de la noche anterior. ¿Era mucho pedir? Porque estaba nervioso ahora. Siguió comiendo como si eso fuese a hacer que el otro desistiera de la idea.

Dejó de comer cuando lo sintió en su espalda. Eso no se lo esperaba y soltó los cubiertos al sentirlo. Luego lo vio sentado frente a él y dio un largo suspiro -Más vale que sea así - Sonrío, levantó la copa y se bebió el contenido de golpe. Se levantó y se acercó a él -Pensaba dejarte comer tranquilamente, pero esto es tu culpa, así que...- Se sentó sobre sus piernas viéndolo fijamente antes de quitarle la copa y bebérsela también. Una ligera mueca al sentir el líquido pasando por su garganta y luego se acercó a sus labios apoderándose de ellos con todo menos con calma - Depositó la copa vacía en la mesa -Vas a tener que cumplir tu palabra o me cobraré esta- Més que una amenaz era una forma de calmar su nerviosismo. Sus besos bajaron por su cuello y sonrió al ver la marca que había dejado antes lamiendo esa misma zona Así que vas a tomarme aqui mismo ¿de acuerdo? - Regresó a sus labios mordiéndolos suavemente -Puedes ser todo lo salvaje que quieras conmigo, hazme gritar o llorar y aunque te pida que te detengas, no lo hagas - En su sano juicio no lo pediría, pero claramente uno nunca sabía lo que pasaría y menos si tenía unas copas encima. Lógicamente si quería hacer que el vino tuviese efecto, tendría que darle más, ahí estaba el juego, porque aún estaba sobrio y ya verían si el se las arreglaba para cambiar eso.

Se sentía acalorado. Gimió ligeramente al sentir sus mano .¿Qué diantres le pasaba? Estaba más sensible de lo normal o era él el que provocaba aquello? Se acomodó el cabello y tomó la botella tomando de ella directamente. Bien, pensándolo bien, eso era lo que estaba evitando, tuvo que dejarla en la mesa después de beber una parte del contenido. -Hey, Chris... -Ni siquiera tenía algo que decir, tuvo que reírse de sí mismo -... Si me deseas... adelante... y hey, no te preocupes... podré soportar cualquier cosa, no importa si me haces un poco de daño, incluso eso podría gustarme tratándose de tí- Ya no sabía lo que decía, lo único que sabía es que había pasado por cada cosa que realmente no le importaría lo que fuese viniendo de él.

No lo había notado ni con sus palabras en el bosque, el hecho de que prefería que le trataran con rudeza, no es que se sintiera mejor con ello, pero estaba tan acostumbrado que sentía que le hacía falta. Bueno, era un mal hábito ¿qué querían? Pero rara vez se lo cumplían, el cariño, eso lo asustaba más que otra cosa. Su respiración se había alterado y llevó las manos a su propia ropa, desgarrando la tela. Siguió besándolo con desenfreno, con sus manos recorriéndolo casi con desesperación. Y aquello no era producto de las copas, no aún....

-Anda, quiero sentirte... - Abrió las piernas y le jalo aferrándose de la ropa hasta tenerlo lo más cerca posible. Su movimientos carecían de calma y su respiración totalmente estaba descontrolada.

Se llevó las manos al rostro dejando su cuerpo totalmente sobre la mesa. Con la respiración comola tenía le costaba hablar. No quiso apartar sus manos -Trátame con rudeza, hame sentir dolor, desesperación...- Estaba mal, decírselo de esa manera o de usar esas palabras, pero lo abrumaba sentir aquello que el le producía, así que esa era su única forma de sentirse tranquilo después, así había sido antes y aún no veía otra manera. Movió los brazos, siempre ocultando su rostro -...lo necesito... - Era como esas personas que necesitan herirse a sí mismas, lo sabía, lo comprendía, pero su forma era esa, había encontrado en un tiempo que si no podía escapar de ello tendría que hacer que le funcionara para hacerle sentir un poco de calma, aún sin la guerra, su mente seguía igual, y las noches, sin duda eran muchas veces su peor enemigo, aún cuando tuviese compañía. En el bosque se lo había dicho, pero probablemente no de esa misma manera -Me asusta sentirte de esa manera, porque puedo sentirte a través de tus caricias... me asusta que me ames aunque es lo que deseo... - ¿Se estaba contradiciendo? Dudaba que aquello tuviera sentido. Su cuerpo se movía y buscaba al de Chris, aquel fuego que ya se había encendido, solo el podría calmarlo -Así que... toma mi cuerpo de la forma que quieras, solo no seas blando conmigo, no lo merezco- Apartó sus manos y las enredó en el cabello oscuro de su compañero -¿Quieres ayudarme? Borra todas esas noches que he compartido mi cama con alguien... tómame de forma que no sea capaz de recordar nada más que a tí... borra con tu cuerpo cada recuerdo que yo no he podido apartar...- Arqueó la espalda, sus labios, sus besos y aquellas caricias le estaban provocando de una forma que le hacía desear más de él.

Aguantó la respiración cuando escuchó sus palabras y el tono de su voz. Escucharlo venir de él le hizo sentirse realmente extraño y se desubicó por un momento. Cerró los ojos y ni siquiera intento zafar sus manos de aquel agarre. Le apretó con las piernas y se quejó cuando sintió la mordida en sus labios, hacía mucho que no sentía algo como eso, y estaba bien, en su cuerpo, marcado como el fuego tenía todos aquellos recuerdos y quería que alguien los hiciera desaparecer, así tuviese que ser de una forma como aquella. Sus movimientos, aquella amenaza latente de lo que acababa de pronunciar, en lugar de asustarlo lo tranquilizaban, así de retorcida había quedado su mente después de todo.

Quería que lo hiciera llorar y suplicar, si lograba hacer que de sus labios saliera aquel ruego porque se detuviera habría logrado su objetivo... Si le hacía desfallecer habría llegado a ese punto de nuevo... Solo una vez se comportó de esa manera, pero si quería pertenecerle a alguien debía pasar sobre ello...

El sabor metálico en su boca, no se lo había dicho, el que aquello iba a ser una contradicción, porque sabía muy bien que por culpa de su pasado iba a causar un disturbio en su propia mente con aquello. Se movió contra su cuerpo, sabiendo cómo moverse, como provocar a alguien a pesar de las circunstancias. Sentía la presión en sus muñecas y le besó con aquel mismo desespero que antes se había notado en él.

Si iba a pertenecerle más valía que no existiera nada que pudiese hacerle dudar de ello. Su cuerpo tembló, aquello estaba entre la excitación y el miedo provocado por su mente. No temía a la persona frente a él pero si a lo que había en su propia mente.

No dijo nada a sus palabras, guardó silencio y se quedó quieto viéndole fijamente, viendo aquel cambio en su mirada. Un lado oscuro, cuando lo dijo tuvo que desviar la mirada, respiraba pesadamente. Arsai tendía a huir de todo y de todos, nadie había llegado muy lejos porque el no podía permitírselo. Ahora estaba aquí, disimulando el temblor de sus manos al dejarlas inmóviles sobre la mesa. Apenas e hizo algún sonido con su dedo causando ese ligero dolor en su pecho, pero tuvo que apretar los labios al sentir su lengua recorriéndole.

Y cuando pronunció aquella segunda frase que sus ojos le vieron nuevamente, pero no le dio tiempo de hacer nada cuando sus manos empezaron a tocarle. Jadeó ante esa sensación, su cuerpo reaccionaba por mero instinto moviéndose para intentar no estar cerca de sus manos, pero ciertamente no es que hiciera demasiado, sentía aquello y finalmente intentando detener su movimiento. Sentía aquel débil calor por las partes que habían sido tocadas y sus rodillas hicieron presión en el cuerpo ajeno removiéndose al sentir su miembro rozándole. El sonrojo en sus mejillas había ido aumentando paulatinamente y su mirada se habia nublado ligeramente. Acercó una de sus manos hasta su cuello. Que no intentaría lastimarlo mucho había dicho ¿cierto? Sonrió csi con cinismo al pensar en ello. No es que no le doliera, pero sabía cuánto podía soportar y aquella mirada, juraba que aquella mirada solo le provocaba. Dejó escapar una suave risa, ahí estaba, ese lado suyo que estuvo dominándolo durante la guerra.

Se alzó, lo suficiente para morder sus labios, dejando que sus manos hicieran presión sobre su cuerpo, lo que le hizo soltar apenas un gemido, se acercó a su oído con aquella actitud que ocultaba a quien estaba detrás -¿Es todo lo que tienes?- dijo suavemente dejando una caricia con sus labios. No sabía si provocar aquello en un ser de luz era una buena idea, solo sabía que lo necesitaba de una manera tan compulsiva que no podía dejar pasar algo como aquello.

Sus ojos se abrieron de par en par cuando le sintió entrar en él, sus labios también lo hicierom pero no dijo nada ni tampoco ningún sonido salió de su garganta, no en ese justo instante. pero la expresión en su rostro se perdió, aquella arrogancia se le escapó, simplemente se esfumó y sus dedos buscaron su piel, aferrándose a él, casi enterrando sus uñas en la piel. Las lágrimas se agolparon en sus ojos. Pocas veces distinguía del dolor en un momento como ese, pero esta vez la diferencia se hizo evidente. Sintió sus labios y entonces el desconcierto le causó un choque. Se habría quedado allí quieto mientras veía aquella expresión insoldable en el otro. Fue eso lo que removió algo en él, el fuerte movimiento, la sensación de su cuerpo al ser tomado de aquella manera. Tuvo que dejar salir su voz, más a fuerza de aquello que porque quisiera, intentó concentrarse, pero sus recuerdos le estaba haciendo pasar un mal rato, sabía bien el truco pero en lugar de relajarse su cuerpo se tensó completamente, las imágenes que aparecieron en su mente fueron la causa, se quejó apenas y gimió débilmente mientras se mordía los labios y se cubría los ojos con las manos. Sintió la humedad de las lágrimas que no había podido controlar.

Quitó sus manos para verle de nuevo y sin pensarlo trató de moverse, sostieniéndose de aquellos brazos y contrario a lo que la expresión de dolor que había en su rostro decía se acercó todo lo que pudo -más... - jadeó y se dejó caer en la mesa nuevamente, arqueando su cuerpo, apartando la mirada de sus ojos, quería escapar de ellos, porque le hacían sentirse como aquel chico que en él ya no existía. La línea de la cordura se estaba desdibujando para él. Casi se sentía en aquel otro lugar, solo estaba consciente al saber que quien le estaba tomando y haciendo sentir todo aquello era él y nadie más.